martes, 29 de enero de 2008

1:24


¿Cuánto demora el café en entrar a la sangre? ¿Es más rápido que el opio o que la coca? Nunca lo sabré, pero a esta hora uno cree que lo sabe todo, que lo puede todo, y que no queda más remedio que ser esclavo de los propios deseos, de aquellos que solo se logran enjaular después de tanto sufrimiento en lo que suele llamarse experiencia: esa cajita medio vacía que siempre es inútil.

La madrugada regala a su capricho algo de elocuencia entre las paredes vacías de mi cuarto, que es un tanto impersonal, que tiene un sabor extraño de ático de casa vieja, tan lleno de libros que no he leído, tan vacío de sentimientos que no he sentido. A veces suelo confundir la cordura con la vesania, con la locura, con la rayadura de coco.

Hoy no fui a trabajar. Las razones no importan. Pero no por eso no me faltó trabajo, esa es la razón por la que no dormiré, por la que estoy viendo a un pequeño elefante echarse agua de mi vaso sobre su lomo y agitar su trompa como si me saludara. La imaginación a veces me juega esas pasadas. Ya hace unos días que terminé de leer la primera parte de 2666 de Bolaño, y si no he podido seguir de una forma regular su lectura diaria es porque, sí, qué vergüenza, porque me voy a escudar en esa ruin excusa de que el trabajo no me deja el suficiente tiempo. Ruin y mediocre excusa. No lo volveré a usar. Es más, ni siquiera ahora: no lo he leído porque soy un ocioso de mierda. Y porque el libro es muy grande, es un volumen de más de 1100 páginas que no es práctico pasear por ahí (pues ya me se ma deteriorado un poco por hacerlo), y, por otra razón de más fuerza: ahí guardo mi entrada para Collective Soul y están algunos billetitos en caso de emergencia.

Además de ese libro leo La época del imperialismo (1885-1918), una visión de la Europa hasta la Primera Guerra Mundial, uno de mis periodos históricos favoritos, luego de la Segunda Guerra Mundial. Me siento cansado y estoy farfullando incoherencias. Pero no puedo dormir. Soñaré con algún recuerdo que no existe, añoraré a alguien que no conozco, la dibujaré con una rosa marchita, o que nunca germinó, o simplemente haré volutas con este humo corrupto, a ver si así se me pasa. Aún pienso en esa rosa.

lunes, 28 de enero de 2008

Pan y tulipanes


¿Y si te dieras cuenta de que a tu familia no le importas para nada, que tú puedes desaparecer, estar ausente por un tiempo indefinido y mandar cartas que nunca te contestan, ni se preocupan por lo que te falta o si comes o no, y si descubieras que a un grupo de simpáticos extraños les empiezas a caer bien y te involucras por un tiempo con ellos y llegas a ser parte de sus vidas, una parte a la que no están dispuestos a dejar? ¿qué harías?

Si quieres saber lo que Rosalba hizo cuando estuvo en ese dilema tienes que conseguirte la película Pan y tulipanes (Italia, 2000), una película que no sé si habrá llegado alguna vez a nuestra raquítica cartelera, pero que sí puedes encontrar en Polvos Azules, qué viva la piratería.

La película es coestelarizada con Bruno Ganz, a quien sí lo vimos haciendo de Hitler, en La caída (Der Untergang), hace unos tres años.

Bueno, este es el tráiler.

jueves, 24 de enero de 2008

Una novia errante

Inés camina hacia el bosque, va internándose sin saber qué pasó ni qué hacer... sin saber siquiera si hay alguna razón para que Miguel se haya quedado en el bus, y ella ahora camine sin él hacia unas románticas vacaciones a Mar de Las Pampas, completamente sola.

La tragicomedia de Inés es la misma que ha (hemos) tenido tanta gente que no sabe cómo reaccionar ante el asalto inesperado de la soledad, ante la aterradora visión de una foto romántico de dos, donde solo queda uno.

Ana Katz (1975) nos regala esta estampa (acaso autobiográfica) muy bien narrada con aire de íntimo miedo, de intimidad esquizofenia en su segundo largometraje. Una novia errante (2006) nos muestra los días "vacacionales" qie Inés pasa sin Miguel, un tipo indiferente a ella, que recibe todo tipo de quejas de parte de su pareja, como si la propia Inés de reflejara en él y le dijera lo que no tiene el valor de decírselo a ella misma: inconsistente, eso le dice ella a él, y luego, si él no muestra interés, se pregunta por qué no le interesa, y le cuelga, y le vuelve a llamar, y le cuelga, y lo vuelve a llamar. Si te sientes reflejado, no es tu culpa, ya somos dos.


El "fantasma" que cubre toda la película es: ya no es tiempo del amor, pues todo nos indica que Inés está en un tiempo que no es para ella. Una playa en época otoñal, un amor que ya no existe y muestras de afecto de una persona que no le interesa en absoluto. Y como si le diera la espalda a las personas que (para bien o para mal) ahí están con ella, su familia.

Si tienes tiempo para ir al CC de la PUCP, chequea el listín y verás cuando la proyectan. ALguna lección sacarás de lo que el amor es, y de lo que no es.

Dato curioso: Ana Katz y Daniel Hendler ya habían interpretado a una pareja, aunque en esa otra ocasión a una muy feliz pareja de recién casados. La película era Whisky (Uruguay, 2002).

jueves, 17 de enero de 2008

Alpha Dog


Una historia más de la vida real que pasa a la pantalle grande. Juegos Prohibidos (Alpha Dog, EE.UU., 2006). La vi ayer, y me pareció una película por demás angustiante. No conocía el caso de Jesse James Hollywood (actualmente, se le juzga por el asesinato de Nicholas Markowitz y podría ser conenado a muerte), pero aún así, la película me pareció hasta cierto punto muy ágil y bastante bien narrada: a modo de reportaje que trata de darle una dosis de verosimilitud.

Qué más puedo decir. Mejor vayan a verla y juzguen, si no tienen ningún problema con el humor negro. Aunque mejor sería que se la compren, pues al ver los tráilers que están en You Tube, me doy cuenta que hay algunas escenas que han sido editadas en nuestras salas. Aunque, si no quieren más jodas, la pueden ver en inglés ahí también

Aquí la primera parte...


...

¿Dónde hay más soberbia? ¿En creer que lo que uno piensa u opina sobre algo tiene que (forozosamente) coincidir con lo que alguien muy conocido y respetado pueda también opinar, pues es un pensamiento sumamente acertado, ceñido a la verdad, por demás, correcto, casi la verdad única?, ¿o creer que por el impulso de la juventud, que nos lleva a límites que otros ya adultos no pueden llegar, nos hace sostener una luz que muchos no sienten ni su calor ni su brillo, y por eso mismo, nos convierte en unos aventajados de nuestra generación, que nos permite no solo ver el árbol sino también el bosque?
Ciertamente no lo sé, porque muchas veces de ambas maneras me he sentido completamente desorientado y falto de toda ropaje de verdad. Solo me he sentido navegando en los propios miedos que me han hecho dar muchas vueltas en círculos en temas viciosos y sin alguna respuesta que al menos, para pasar el rato, pudiera vestirse al menos de un jirón de verdad.
Sentirse así no es poco común, sobre todo cuando a veces uno encuentra poco eco de cualquier voz que al menos quiera ser escuchada.

Si te animas...


... a leer la más reciente novela de Bryce (aunque sería válido también decirle la última, aunque nunca se sabe), quizás, como yo, que no soy un seguidor fiel de este escritor, veas a un Martín Romaña manoseado, avejentado y con los bordes ya desgastados de lo mucho que ha sido utilizado. La fórmula del personaje despistado, quizás a imitación de un Woody Allen local, atormentado por su vida que se le va escurriendo sin ningún control y enamorado de una mujer hermosa lejana, mucho más lejana cuando huye espantada, ya no surte más efecto.

La capacidad que un escritor debe tener para reinventarse constantemente creo que en Bryce no existió, al menos sus últimas novelas lo demuestran así. Por el contrario, un extraño giro han marcado sus últimas menciones en la prensa local, en ocasiones no exentas de escándalos y críticas lapidantes, tanto al escritor como a la persona.

¿Qué intentó hacer Bryce en este texto? Uno se pregutna esto desde que cae en cuenta que el personaje aludido en el título del libro prácticamente desaparece antes de que crucemos la página 100. ¿De qué obras infames nos habla Bryce?, ¿del destrozo del departamento de Bienvenido Salvador Buenaventura?, ¿o de cómo el calamitoso estado de este inmueble va calando en el muy decadente ex abogado de elite limeño? No queda claro debido a que la línea principal del argumento de este novela se centra en el alcoholismo que, como una maldición arcana, sufrieron todos los Buenaventura, incluido este, Bienvenido, a quien su fatal sino lo alcanza en Barcelona, luego de haber dejado su exitosa vida jurídica atrás, intentando darle un giro de 180 grados, donde, penosamente, cae en las manos de Marambio (ojo: no confundir con Pochi Marambio), quien hace el papel de percutor que lanza al "último de los Buenaventura" a los brazos de Baco. Esta enfermedad que atormenta a Bienvenido (nombre que, quizás, quiera hacer alguna alusión a "Bienvenido, Bob" de Juan Carlos Onetti, autor de quien usa el nombre de otro cuento para titular la segunda parte de la novela, cosa que además hace con un cuento de Ribeyro y otro de Cortázar) no es causada por Marambio. Tampoco lo causa el estado calamitoso en el que quedó el departamento, ya que este, al fin, pudo ser reconstruido.

Toda la novela es un modesto (por la extensión) intento por ilar una historia amena y divertida, sin embargo, por muchos puntos que yo no podría expresar con claridad, no hace de este libro sino uno prescindible.

martes, 8 de enero de 2008

¿Collective Soul?


Aunque parezca mentira, algunas voces en el Cielo del Rock se han activado. Quizás san Jimmy Hendrix o el beatito Morrison han escuchado nuestros más lastimeros ruegos para tener por fin a una banda del calibre de COLLECTIVE SOUL en estas tierras, que a veces parecen tan olvidadas y maltratadas.

Ya la publicidad ha sido pegada y en el
myspace del grupo aparece confirmada la fecha para el 28 de febrero. Luego la banda de Ed Roland se irá para Bogotá a seguir alterando el espectro con su sonido posgrunge y alternativo.

Cuando M. me avisó no lo podía creer. La banda que me hizo saltar en mis épocas escolásticas (entiéndase, escolares) como un mono con temas como Heavy o Precious declaration llegará a nuestra querida ciudad atiborrada de Grupo 5, Caribeños, Sonia Morales y los Barraza. Mi más profundo desprecio para todos ellos.

DATOS DEL EVENTO:
Fecha: jueves 28 de febrero
Hora: 10:00 p.m.
Lugar: Vértice del Museo de la Nación.
Dirección: Calle La Poesía 160 San Borja (Esquina de Aviación con Javier Prado) Aforo: 5,500 personas – Todo Stand Up

ZONA PRECIO CAPACIDAD
KANDAVU S/. 307.00 1500
PREFERENCIA S/.154.00 2000
GENERAL S/. 93.00 2000

Que esa noche nos sea propicia.

Aquí el vídeo de las canciones antes mencionadas.



lunes, 7 de enero de 2008

Macondo


Volví al origen luego de mucho tiempo: Paramonga, aunque solo por unas horas, nada más. Yo siempre he afirmado que soy paramonguino, pero me sentí vergonzosamente limeño cuando creí que escucharía la Charla Dominical de Filarmonía durante el viaje: ya en Pasamayo solo escuchaba estática en donde deberían estar las emisoras limeñas. Lo pensé mejor: no, limeño, no; quizás sí un poquito desubicado.


Y olvidadizo, pues ya no recordaba la ruta hacia el Norte. Los desiertos y la gente de carretera, los vendedores de comida de los pueblo y las ya clásicas señoras de los alfajores. Sentir otra vez el aire desértico del mediodía, y ver cómo los pueblos pasaban en una triste procesión a ambos lado de la Panamericana me hicieron recordar viejas jornadas en el carro de mi hermano, cuando conducía hacia Lima, o yendo más atrás en el tiempo, las veces que con papá salíamos temprano los domingos hacia Lima para visitar a mis hermanos en la vieja casa de Palau. Como se habrán podido dar cuenta, soy bastante nostálgico, no me avergüenza admitirlo.


Pero mi viaje a Paramonga de romántico solo tuvo unos cuantos minutos, porque cuando comprobé que lo que conocía seguía en lo mismo, solo que desgastado o habia cambiado, y para mal, todo volvió a ser como los anteriores viajes que me llevaron de regreso al pueblo que me vio nacer. Aunque ver a mi familia ahí, quemándose con el sol y pasando bonitos días de verano todos juntos me hizo creer que era la misma Paramonga de siempre.


Sin embargo, los ecos de las paredes vacías de mi casa me recordaron que casa ya no es mi refugio de los días de colegio, mi castigo los fines de semana, mi palacio cuando dibujaba, que ya no era el hogar de 1998, que todo estábamos ahí de paso, que todo era ya impersonal, aun estén los simios ahí. Eso sí, me alegra que los primates ya conozcan Paramonga, y que sepan algo del origen familiar. Ojalá disfruten su semana allá.


Por mí ya no me preocupo, lo tengo claro: la Paramonga que quiero solo habita en mis recuerdos.

Para empezar el año...

La noche de Año Viejo la pasamos en la casa del compañero Cabrera. Gracias por la cena, mi estimado, estuvo muy buena. Y al 2008 lo recibimos ahí Shey y yo, junto a la familia Cabrera Junco (y Capulí). Todo bien, inclusive la reunión que hubo después en la casa de Liz, a pesar de la ominosa ausencia de L6.
No tengo fotos de dicho evento, es lo mejor. En verdad tengo el presentimiento de que el 2008 será un año extraño. No digo malo, digo raro. Lleno de sorpresas.
Dios nos coja confesados.

2008

Se fue el 2007. No tengo interés en dar un mensaje a la nación, no estoy con ganas... pero ahí va.

Conciudadanos:
¡Feliz año 2008!
¡Disfruten la vida!

Gracias.