viernes, 4 de diciembre de 2009

El cine, Lima y la felicidad

Hace poco conversaba con alguien sobre la búsqueda de la felicidad. Sobre los momentos en los que uno cree ser feliz. Bueno, Lima es una ciudad gris. Este color siempre ha estado asociado a cosas tristes, lúgubres, mortuorias, y, claro, al horrendo uniforme escolar que usábamos, por obra y gracia de una tal Graña. Lima siempre está gris, y como yo vivo aquí, no acostumbrarme a este color y superarlo, significaría resignarme a no ser feliz. Aquí los limeños tienen que ser felices a pesar del color gris.
Para colmo de males, yo soy una persona particularmente triste o infeliz. Lo escondo, claro, detrás de una mascarada de chistes fáciles en el corazón mismo de mi grupo de amigos. Mucho más si hay extraños cerca. Tengo que hacerme el gracioso para no sentir todo el tiempo que soy un real imbécil.
Pero tengo momentos de felicidad, y últimamente, además de la literatura —la que, por cierto, más que hacerme feliz, me hace alegremente miserable—, hay algo que me da una felicidad que se puede ver en mi rostro de satisfacción: el cine.
He estado de malas económicamente, lo que significó que estuviera alejado de las salas comerciales por un buen tiempo, pero para mi bien, porque la cartelera peruana está francamente mala. La última película que vi en esas salas, en cartelera “normal”, fue El silencio de Lorna [o El matrimonio de Lorna, para los ineptos que se ponen “originales” al momento de traducir los títulos de las películas; mi recomendación para ellos es que junten su platita para que, cuando ya tengan un buen monto, filmen su propia película, a la que le puedan poner el título que más les guste], de los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne. Hace un par de años pasaron, también de ellos, L’enfant. Otra muy buena película que se proyectó casi con sala vacía.
Pero ha sido un gran respiro para mí la llegada de la segunda edición del festival de cine de Europa Oriental Al Este de Lima, organizado por K-china Films. Se proyectaron películas de Polonia, Hungría, Rumania, Austria, Eslovaquia y Rusia. Supongo que se debe a que la Embajada de Polonia era uno de los auspiciadores que hubo tres películas de este país en competencia.
Yo fui más ilusionado por ver la película rumana, porque ya estaba cansado de escuchar por aquí y por allá que el cine rumano es uno de los mejores del mundo en la actualidad. Y a pesar de que La boda del silencio (o Nunta Mută, 2008) fue una muy buena comedia trágica ambientada en la Rumania comunista de la década de 1950, creo que la película polaca Somnolencia (Senność) debe ganar merecidamente el premio de este festival. En general, todas las películas han sido muy buenas. Si tuviera que quedarme con tres, serían, en orden, Somnolencia (2008, de Magdalena Piekorz), Impor/export (2007, Ulrich Seidl, Austria) y Cargo 200 (2008, Aleksey Balabanov, Rusia). Aunque fueron buenas también Cuatro noches con Anna (2008), La boda del silencio y Delta (2008). Y sin hacerla más larga: uno de los pocos momentos de felicidad (además de la literatura) que he podido tener en la gris Lima ha sido el buen cine, Barranco, Miraflores y San Isidro (de este último no me vayan a preguntar por qué). Aunque esta semana que termina ha sido una de las más duras del año para mí, debo decir que el dolor de todo lo que pasó ahora se ha visto mitigado por el placer de haber llenado mis ojos con tan buenas películas. Todas las noches me he ido tranquilo a dormir.
Nueve días, contado la película de los Dardenne (que trataba sobre inmigrantes albaneses en Bélgica), nueve buenas películas que me han dado un poco de color en estos días lluviosos. No vi Amores ciegos (2008), porque no estaba dentro de un horario accesible para mí. Esa fue la única película en competencia que no pude ver.
Salgo de la sala, buenas noches.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Reo Libre Unplugged: el himno. De pie...




para escuchar una gran canción noventera.
Señores, con ustedes el grupo James y esta gran canción, para todos los que se han sentido alguna vez fuera de cualquier contexto deseado. Lejos de alcanzar las metas y deambulante en una vieja película en blanco y negro. ¿De quién sería la culpa?





All this frustration
I can't meet all my desires
Strange conversation
Self-control has just expired
All an illusion
Only in my head you don't exist
Who are you fooling
Don't need a shrink but an exorcist

Show me the movie
Of who you are and where you're from
Born of frustration
Caught up in the webs you've spun
Where's the confusion
A vision of what life is like
Show me the movie
That doesn't deal in black and white

Stop stop talking about who's to blame
When all that counts is how to change
Stop stop talking about who's to blame
When all that counts is how to change

All this frustration
All this frustration
Who put brown owl eyes on a butterfly's wings
All this frustration
All this frustration
Who gave the leopards spots and taught the birds to sing

Born of frustration
Born of frustration

I'm living in the weirdest dream
Where nothing is the way it seems
Where no one's who they need to be
Where nothing seems that real to me
What can we build our lives upon
No wall of stone, no solid ground
The world is spinning endlessly
We're clinging to our own beliefs

Born of frustration
Born of frustration

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Killereada bailable



Hoy llega mi prima Irma, e iremos los dos a ver a The Killers en la explanada del Monumental.
¡Estamos juntos!

Parece que el set list de la noche de mañana será este:

SETLIST

1. Human
2. This Is Your Life
3. Somebody Told Me
4. For Reasons Unknown
5. The World We Live In
6. Joy Ride
7. Bling (Confession of a King)
8. Shadowplay
9. Smile Like You Mean It
10. Spaceman
11. A Dustland Fairytale
12. Sam’s Town (este no lo están tocando en todos los conciertos)
13. Read My Mind
14. Mr. Brightside
15. All These Things That I’ve Done

ENCORE

16. Bones
17. Jenny Was a Friend of Mine
18. When You Were Young

Me va a dar un patatús cuando escuche Somebody told me, Bones, Human, Shadowplay, Mr. Brightside... ¡Ah!

lunes, 16 de noviembre de 2009

Alma muerta

Los libros incompletos (o mutilados) pueden ser resultado de muchas cosas. El más común de los escenarios es que al autor le sorprenda la muerte en pleno proceso de creación. Como le pasó a Roberto Bolaño, a quien todavía todos nosotros le debemos un hígado. En el caso particular de este escritor chileno, alguien, supongo que el mismo Jorge Herralde, creyó que sería un buen homenaje póstumo (o mejor dicho, un buen negocio) publicar los textos que él dejó en archivos sin editar o sin una última y exhaustiva revisión.
Por otro lado, están los que o por pudor o remordimiento deciden deshacerse de esas azarosas páginas, eliminando todo rastro de ellas con el fuego purificador. Sabato lo hizo algunas veces con obras que jamás conoceremos, y también lo hizo el padre del realismo ruso: Nikolái Gógol, quien nos “estafa” al decirnos, en su inconclusa novela Almas muertas, que seguiremos las desventuras de Chíchikov por las tres vastas partes de su novela, las que se reducen a menos de una y media. Gógol, instigado por un sacerdote ortodoxo, pocos días antes de su muerte quemó completo el manuscrito de la segunda parte. Del que, por fortuna, no se pudo deshacer del todo. Por eso, la edición de bolsillo (Oveja Negra) que tengo de esa novela fue publicada con unos cinco capítulos de esta segunda parte. De la tercera parte, nada. Ni siquiera fue escrita. Me recuerda a la autobiografía del Gabo.
¿Qué tan válido es que se fuercen estos archivos para que sean publicados? ¿Los autores hubiesen estado de acuerdo? Y si no lo estuviesen, ¿amparados en qué editores, lectores fanáticos, estudiosos sesudos pueden publicar o exigir la publicación de textos que quizás no eran del agrado de su autor, y que solo eran archivadas por una promesa de trabajar en ellos luego o porque tenían mucha flojera para levantarse de las camas y encender las chimeneas donde arderían estos manuscritos?
Gógol dejó una novela estampa de la Rusia zarista de mediados del siglo XIX entretenida y cómica. Mas todo el mérito de esa primera parte cae ante el pequeño muñón de la segunda, que le sigue.
¿Y Bolaño hubiese estado contento con la publicación en un solo bloque de 2666? Su última voluntad fue que saliera en cinco novelas, es decir, las cinco partes de la novela publicadas por separado. Pero en Anagrama pensaban distinto y tenían que vender los últimos huevos de oro de la gallina. Y no contentos con eso, hicieron una necropsia a la gallina y les sacaron huevos de todos lados. ¿Estaban ya listos los últimos textos que en estos años se han ido publicando?
Si se dan los arrepentimientos en vida (que son muchos) sobre la propia obra, creo que también puede darse el caso de que textos casi terminados no hubiesen gustado a sus autores, los que los desecharían o volverían sobre ellos con furia, para cambiarle todas las cosas que ellos creyesen que andaban mal. Hubiesen trabajado en ellos hasta darle a los textos la forma perfecta, la forma final de un trabajo agotador..
Lo más seguro es que este tipo de publicaciones solo le hagan daño a la obra del escritor, pues lo compromenten en un texto que no se sabe que ellos ya hubiesen aprobado, y que ya es muy tarde para que ellos lo puedan enmendar.
No sé por qué también estoy pensando en la última película de Michael Jackson: el negocio a veces no puede detenerse y tiene que hacer una chanfainita de todo lo que encuentre. Como el inefable Chíchikov, aprovechándose de los que ya no están.
Espero que todo sea por el bien de los herederos de Bolaño, por el beneficio de ellos.

Reo Libre Unplugged: Kids





Del segundo, y hasta ahora el más reciente, disco de MGMT, Oracular Spectacular, del 2007, viene esta canción, fija en las noches del sábado en huecos bizarros como El Mirador. Al escucharla vuelvo en mi mente, a los fines de semana de playa y sin preocupaciones, los de hace tantos años.

Descarga aquí la canción:



Aprende la letra:

You were a child,
crawlin' on your knees toward it.
Makin' mama so proud,
but your voice was too loud.

We like to watch you laughing.
You pick the insects off plants.
No time to think of consequences.

Control yourself.
Take only what you need from it.
A family of trees wantin',
To be haunted.

Control yourself.
Take only what you need from it.
A family of trees wantin',
To be haunted.

The water is warm,
but its sending me shivers.
A baby is born,
crying out for attention.
Memories fade,
like looking through a fogged mirror
Decisions to decisions are made and not fought
But I thought,
this wouldn't hurt a lot.
I guess not.

Control yourself.
Take only what you need from it.
A family of trees wantin',
To be haunted.

Control yourself.
Take only what you need from it.
A family of trees wantin',
To be haunted.


Control yourself.
Take only what you need from it.
A family of trees wantin',
To be haunted.


Control yourself.
Take only what you need from it.
A family of trees wantin',
To be haunted.


Control yourself.
Take only what you need from it.
A family of trees wantin',
To be haunted.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Reo Libre Unplugged: Aire, de Estelares



Bien, como algunos de ustedes saben, este servilleta vuestro estuvo una pequeña temporada por tierras gauchas. Y mientras preparaba el arroz, el puré y las costeletas solía escuchar esta canción imaginando que una flaca como la que sale en el video me pedía un vaso de agua.
Eran calurosos tiempos de verano, y la temperatura al sur superó largamente los 30 grados.
De solo pensarlo, me dan ganas de volver a Carlos Paz.

Bueno, la canción se llama "Aire" y pertenece al álbum Sistema nervioso central, del 2006, año muy bueno para el grupo en cuanto a popularidad.

Quise colgar la canción pero se escuchar mal, así que si quieren descargar, hagan clic aquí.

Hice todo lo posible por seguir
cambie el color de mis ojos por marfil, ahahh
acostumbrado a mentir
acostumbrado a reir

van mil días que no se lo que decir
sin ideas de Buenos Aires a Junín, ahahh

oyendo letras de folk
leyendo un libro de amor

te busqué pues cada vez que te encontré
y en tus ojos no vi brillos como aquellos, ahahh

el show en el Tinto Bar
cuando me viste cantar

y el verano trajo luces sobre el mar
y entendí que hay mil maneras de dar ahahh
y aunque no te haya hecho bien
a mi manera te amé

No soy el tipo que parezco ser
no soy el tipo que tu crees ver
se que no es fácil para mi ser yo
claro que no

No hay una sola razón para sufrir
las cosas siguen su curso como el Rin, ahahh
el río no tiene fin
sigue su vida en el mar
Y hoy estás radiante como Nueva York
y yo estoy pensando en otro lugar...
mi amor
No tengo
no tengo nada que hacer
esto no da para más
no tengo nada que hacer
esto no da para más
esto no da para más

Cruzando el campo minado (de niños eufóricos)

La curiosa disposición de las oficinas del colegio donde trabajo me obliga a salir de viaje cada vez que quiero un café. De los tres cafetines que hay, el que está más cerca a mi oficina, además de ser el sitio más caro (el café cuesta un 20% más), ostenta, en mi ránquin personal, el triste honor de ser uno de los peores cafés que he probado en mi vida. El que está más lejos, por el contrario, tenía el café más decente de varios metros a la redonda (Metro y una panadería 'dizque' ficha del otro lado de la avenida incluidos). Pero hace unas semanas (aunque sería mejor decir meses) que su cafetera pasó a mejor vida y ya solo venden infusiones filtrantes que no vale la pena comprar (de hecho, en ninguna de las cafeterías vende algún líquido decente para beber, salvo quizás el Free Tea). Como sea, queda la tercera cafetería, el punto medio. Eso de punto medio es un decir. En verdad, podría ser muy fácil llegar a esta cafetería, pero el atajo que me lleva hacia ella está siempre cerrado por un candado tamaño de la cabeza de un gato y tengo que a) pasar delante de la cafetería de la primera cafetería mencionada, que es de una señora que tiene cara de tortuga vieja; b) si las hordas de inicial están yendo hacia su baño, que queda al lado de la cafetería mencionada, me tendré que topar con ellos, y luego atravesar su pabellón, después llegar al patio central del colegio, cruzar esos bloques de cuatro pisos y terminar por fin en la cafetería "punto medio". De estar abierta la reja con cabeza de gato, el camino que toma casi diez minutos ida y vuelta se reduciría a solo cuatro. Pero para no seguir por las ramas, la catástrofe en verdad es volver por ese mismo camino y tener un vaso de poliestireno sostenido casi por el borde lleno de café caliente. No hay día que pase sin que me queme la palma de la mano. Aunque mi mayor temor es que, ya sea una pelota que viene a aterrizar casi en mi cabeza, o aquellos muchachos que están jugando una pichanguita con una pelotita de tela, o las niñas con las ligas, el enviado del laboratorio con los papelógrafos, los rompedores de trompos, los que chasquean el pabilo en el aire muy amenzantes, y todos ellos, cruzando de un lado a otro del patio, de manera tal que ni siquiera avanzando por los bordes tengo oportunidad de sobrevivir: me tengo que quemar la mano. Diez minutos después llego, con el café frío y la mano rosada.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Chubaquita is in the house


Chubaquita me escribió hace unos meses desde el VRAE. Por una cuestión de seguridad (personal) no revelé esta información hasta que me fue imposible evitar los comentarios de los vecinos, que vieron llegar un emisario semidesnudo y con dos dedos de la mano derecha arrancados de raíz y una cruz esvástica todavía supurando sobre su frente manchada de sangre coagulada.

–De Su Santidad Chubaquita, el Supremo –dijo antes de caer muerto al suelo.

La carta todavía mojada por el las lágrimas y la sangre del emisario y de quien firmaba era un enigmático mensaje:


Hilf mich... Toy caga'o

¿Qué quería decir Chubaquita con eso? ¿Se había hecho en el pantalón? Y si era cierto que ya no tenía control de sus esfínteres, ¿desde cuándo Chubaquita usaba pantalón? O es que era algo mucho más serio. ¿Tenía acaso problemas con la gente del VRAE? ¿Posiblemente había sido rodeado por las fuerzas de la DEA? Preocupado llamé a un amigo periodista que había viajado hace poco hacia la zona de conflicto. Lo que me contó me dejó aterrado: Chubaquita había sido descubierto como agente cuádruple: trabajaba para la DEA, que le pagaba en dólares; para el EP, que le pagaba en casquillos de bala de 45 mm; para la OLP, que no sé qué rayos hacía allí, pero que le pagaba en barriles de petróleo y para la guerilla colombiana que le pagaba con café de Chanchamayo. Pobre Chubaquita. No quise ni imaginar lo que harían con él las huestes de "José". Tuve que avisar a la prensa, en donde él tenía amigos poderosos. Por suerte, volvió ileso, y se hospeda ahora en casa de Maharajá. Gracias por tu hospitalidad, Eric. Espero que el Maestro se porte a la altura de las circunstancias.

jueves, 5 de noviembre de 2009

El amor y el odio: "Can't stand me now"




Desde un principio, no se llevaron del todo bien. Sin embargo, la dupla Carl Bârat-Pete Doherty logró juntarse, pese a la personalidad particularmente autodestructiva de Doherty, con John Hassall (bajista) y Gary Powell (batería) para formar The Libertines, grupo de corta trayectoria y de efímera fama a principios de este siglo.
Fueron tantos los problemas que luego Bârat –quien estudiaba con la hermana de Pete, Amy-Jo– y Doherty tuvieron que tomar rumbos distintos: Carl formó Dirty Pretty Things y Doherty, Babyshambles. Pero las drogas y Kate Moss significaron para Pete Doherty más apariciones por escándalos en los tabloides que por calidad de su música.
Aunque aún hoy Babyshambles y DPT siguen existiendo, se rumorea que sería posible un regreso de la banda. Esperemos que con un Pete desintoxicado.
Esta canción, cantada a dúo, más parece que está dedicada del uno para el otro, pues tanto se quieren estos muchachos que casi no se pueden ver. Así es el amor.



La letra lo dice todo:

An ending fitting for the start
You twist and tore our love apart
Your light fingers threw the dart
Shattered the lamp into darkness it cast us...

No, you've got it the wrong way round
Just shut me up and blamed it on the brown
Cornered the boy kicked out at the world,
The world kicked back a lot fuckin' harder...

If you wanna try, If you wanna try
There's no worse you could do (oh oh oh)
I know you lie, I know you lie
I'm still in love with you (oh oh oh)

Can't take me anywhere (I'll take you anywhere)
You can't take me anywhere (I can't take you anywhere)
I'll take you anywhere you wanna go!

Oh, you can't stand me now (No, you can't stand me now)
You can't stand me now (Oh, you can't stand me now)
You can't stand me now (No, you can't stand me now)
You can't stand me now,
You can't stand me now!

Have we enough to keep it together?
Or do we just keep on pretending
And hope our luck is never ending
You tried to pull the wool, I wasn't feeling too clever
And you take all that they're lending
Until you needed mending...

If you wanna try, If you wanna try
there's no worse you could do (oh oh oh)
I know you lie, all you do is make me cry
And all these words they aint true (oh oh)

I can't take me anywhere (I can't take you anywhere)
You can't take me anywhere (I'll take you anywhere)
I'll take you anywhere you wanna go!

Oh, you can't stand me now (No, you can't stand me now)
You can't stand me now (Oh, you can't stand me now)
You can't stand me now (No, you can't stand me now)
You can't stand me now (No, you can't stand me now)
You can't stand me now!
You can't stand me now!
You can't stand me now!
No, you can't stand me now!
You can't stand me now!
You can't stand me now!
No, you can't stand me now!

Álbum: The Libertines
Año: 2004.

Infografía de la Caperucita roja

martes, 3 de noviembre de 2009

La extraña vida de las criaturas de extramuros

Algunos creían que era cómo salirse de la ciudad y contemplarla desde algún búnker salvador, bien refugiado entre la sombra de los árboles. Pero no, vivir en la azotea de un edificio de treinta y siete pisos no es lo mismo que el forestal refugio antiurbano que todos quisiéramos tener. Ahora mismo vivo en el techo de todo este distrito, ¿se imaginan la enorme soledad que se siente en un lugar tan aislado? Yendo al punto, ayer, terminando el séptimo y último capítulo quise ver la ciudad para relajarme con la hermosa vista. Y de verdad es algo imponente, sin punto de comparación. Pero... qué triste hermosura la de la ciudad de noche. Más triste, mientras más alto.

Desde aquí se ven casi todas las calles que salen del monstruo y se internan en la belleza silenciosa de los desiertos que nos rodean. Solo quisiera imaginarme volando sobre ellos y saber lo que verdaderamente es la libertad. Compartir con las aves de las playas mi alegría de tener ya un manuscrito terminado. Pero solo el aleteo feroz y lejano de los murciélagos me acompaña, y le da un sanguinolento toque a esta sensación de vértigo.

Vídeo de Maybe Tomorrow

Reo Libre Unpplugged: "Maybe Tomorrow"



Tengo entendido que la película Wicker Park, del año 2004, no es una película que será recordada por mucho tiempo. Y tampoco alguna de las otras que también utilizan la canción que hoy les comparto en su banda sonora (Crash, Death race; aunque quizás sea injuto afirmar lo mismo de las series que también la usan en algún capítulo: Nip/Tuck, Smallville, Cold case, One tree hill). De hecho, yo no la he visto, y mi único contacto con ella es la canción “Maybe Tomorrow”, del grupo galés Stereophonics, el que sí es un grupo del que al menos se comentarán algunas cosas buenas. Sobre todo de su cuarto álbum You gotta go there to come back, del 2003, álbum que terminar de encumbrar a esta banda que, como la mayoría de toda la buena música, viene también de las islas británicas (con honrosas excepciones que no viene al caso enumerar). Es un buen álbum, muy bueno para recibir la puesta del sol, sonreír un poco, y quizás caminar por la orilla del mar. Solo o con compañía, al gusto de quien quiera. Y de todas ellas, la del single Maybe tomorrow, del mismo año, es la predilecta mía, sin querer dejar atrás otras perlas como “I miss you now” y “Nothing precious at all”.
A quien haya sentido alguna vez un día negro, con nubecitas persiguiéndolo y todo el rollo, pues esta canción de Kelly Jones y compañía cae a pelo. Y si el mundo te ahoga, canta con ellos.

I wanna breeze and an open mind
I wanna swim in the ocean
Wanna take my time for me
All me

So maybe tomorrow
I’ll find my way home
So maybe tomorrow
I’ll find my way home.




Aquí la letra completa y la el audio:



I’ve been down and
I’m wondering why
These little black clouds
Keep walking around
With me
With me

It wastes time
And I’d rather be high
Think I’ll walk me outside
And buy a rainbow smile
But be free
They’re all free

So maybe tomorrow
I’ll find my way home
So maybe tomorrow
I’ll find my way home

I look around at a beautiful life
Been the upperside of down
Been the inside of out
But we breathe
We breathe

I wanna breeze and an open mind
I wanna swim in the ocean
Wanna take my time for me
All me

So maybe tomorrow
I’ll find my way home
So maybe tomorrow
I’ll find my way home

So maybe tomorrow
I’ll find my way home
So maybe tomorrow
I’ll find my way home

So maybe tomorrow
I’ll find my way home
So maybe tomorrow
I’ll find my way home


No se rayen con tanta cosa. Quizás mañana...

lunes, 2 de noviembre de 2009

Reo Libre Unpplugged: The Bakery


Hace un par de años un amigo me pasó las canciones del Fluorescent Adolescent, el single de los Arctic Monkeys que había salido ese 2007. Y aunque creo que la canción homónima "Fluorescent Adolescent" es la mejor canción de esa placa, "The Bakery" tiene cierto aire nostálgico y romántico que lo arrastra a uno a los momentos en los que uno se topa con una chica a la que no se atreve a hablarle por una timidez acezante y esta simplemente pasa de largo... "La historia de mi vida", pensarán algunos.



En la web da vueltas una versión acústica de esta canción. Hoy, precisamente, esta canción me viene muy bien, mientras reviso algunos detalles que tengo que ajustar en mi cabeza revuelta.

I wish you would have smiled in the bakery,
or sat on a tatty seattee,
at a mutual friends gathering,
And the more you keep on looking the more it's hard to take,
love we're in stale mate.
To never meet is surely where we're bound,
there's one in every town,
just there to grind you down.

I wish I would have seen you in the post office,
well maybe I did and I missed it,
too busy with the mind on clever lines.
Why not the rounders pitch or the canteen?
You're slacking love, where have you been?
you had to go and wait until tonight

...to give me the invite
don't worry its alright

I wish I would have seen you in the arcade,
sipping on a lemonade,
In a paper cup and chewing on the straw
And I wish I'd seen you in the bakery,
But if I'd seen you in the bakery,
You probably wouldn't have seen me.

Es cierto, probablemente, no me hubiera visto.

viernes, 30 de octubre de 2009

Paréntesis

Cuando dije que compadecía su dolor, no mentía. Cuando dijo que se iría, sé que tampoco faltaba a la verdad. ¿Qué hace un amigo al ver que otro solo dice “déjenme”? Nunca he sido un ortodoxo de la moral, comportarme como uno en esas circunstancias hubiese sido más inmoral que cualquier otra opción.

Aunque, la verdad, de muy buena gana empecé con el cliché de siempre. El sí se puede, el no nos ganan, la cornejeada, la coelheada. ¿Por qué carajo creo que lo que no funciona conmigo podría sí funcionar con él? “Solo escríbeme y no llames porque no quiero hablar con nadie”. Creo que yo no lo podría haber dicho distinto. Con las mismas dosis de dolor en las mismas palabras. A veces sí es duro no poder hacer más para aliviar penas ajenas. Salud.

Hoy también lo compadecí. He caminado como un zombie por las calles, he rumiado sus mismas palabras que también hice mías y escribí un poema brutal y nefasto que quemé luego con el tabaco. Mientras intentaba concentrarme en la corrección de un texto. Fue cumpleaños de una amiga y casi la llamé al día siguiente. Esa conversación me sacó un poco del frío de la noche, en el teléfono público, y de la nostalgia por un tiempo futuro imposible. Aunque la sonrisa de Ella horas antes fue lo más importante.

Sí, sí, ya sé. Espero, en verdad, que estés leyendo esto, porque por eso lo escribo. Sé que no puedo comprender el dolor ajeno bien cuando yo no padezco del mismo mal, ¿no? Que la soledad de mi puerta es una inventada y que puedo, si quisiera, recrear una vida feliz y creerme mi propio cuento, ¿no? Sabes que sigo enfermo de lo mismo desde hace tiempo, lo sabes porque siempre te lo recuerdo, lo sabes por los nombres (sobre un todo uno abyecto) que se me escapan como un “buenos días” o un “por favor”. Digamos solamente que padecemos soledades distintas, pero no dejan de ser soledades. Primas hermanas de los mismos temas rumiados e indelebles; como la última herida, aunque la verdad espero que se te borre pronto.

Salud.

jueves, 29 de octubre de 2009

Reo Libre Unplugged: Desde los escombros de Lima



No recuerdo cuándo fue la última vez que estuve de excursión por el centro de Lima, solo puedo decir que fue hace mucho, y que el día de hoy, por muchas otras razones, fue un día que solo una sonrisa celeste pudo salvar.

El caso es que no creo que haya mejor canción para describir mi experiencia allá: los mismos choques con la gente, las mismas calles cerradas por reparaciones, la misma iniquidad y los mismos demonios. ¿Richard Ashcroft conoce Lima? No creo, supongo que hay más lugares en el mundo donde uno puede sentir las mismas miserias humanas.

Este dato me lo plancho de la rica Wiki:


Si bien la letra de la canción fue escrita en su totalidad por Richard Ashcroft, al
día de hoy está acreditada también a Mick Jagger y Keith
Richards
. Esto es debido a que la canción utiliza un riff similar a The Last
Time
, canción de los Rolling Stones.
The Verve
originalmente había negociado la utilización de este riff, pero la compañía que poseía
los derechos argumentó que lo utilizó "más de lo estipulado". El problema llegó
a instancias legales, donde The Verve se vio obligado a
compartir los derechos de la misma.
Sin embargo, y teniendo en cuenta el
éxito que la canción estaba teniendo, una nueva instancia judicial obligó a The Verve a
ceder el 100% de las ganancias que la misma generara.
En una entrevista, Richard Ashcroft dijo:
"ésta es la mejor canción que Jagger y Richards han escrito en los últimos 20
años".

Ahí el vídeo:



viernes, 23 de octubre de 2009

En el borde...

Ayer, conversábamos, y me pregunté qué tanto de mi propia historia se repite en la historia de él, qué tanto de mis propios temores ha contaminado el relato que me hace, qué tanto creo ver en sus palabras las mías. El tema es el mismo, lo sé, y creo que es el único tema que no me dejará jamás vivir en paz. Supongo que a él también.

Salud por las mujeres, le hubiera dicho, pero no dije nada: ya no había cervezas que beber. Y me recuerda que viajó a Cusco (la ambigüedad es a propósito) y yo le digo que odio a los comunistas españoles... en verdad los detesto. Aunque sabemos que es una infantil respuesta. Una cobarde respuesta. La amistad se permite callar algunas cosas, por eso no me lo dice, sino hasta después.

–Si es una de las que se fija en esas cosas...

Es injusto encasillarla de esa forma, estimado, ella es todo: una rosa con las espinas necesarias.

lunes, 19 de octubre de 2009

Verborrea indistinta, que no se diferencia de muchas de las cosas que suelo decir mientras me ducho en la vía pública

Indistintamente, como los codos que chocan unos con otros en la puerta del bus, falsamente agresivos, tontamente complacientes, sobrevivo contanto las gotas de sol al día. Pero a veces tengo la necesidad de no volver a estar en ninguna parte. Tornarme un átomo y buscar fisionarme con una molécula de cagada de perro. A ver si así me va mejor.
Entonces quizás las moscas sentirían compasión... o mejor aún, sentirían rabia e indignación, se frotarían las patas y me usarían para hacer una fogata... en plena estación de estío.

Dirían: "Tonta inclinación de los escritores y de los que quieren creer que son tales. Esta estúpida tendencia al malditismo farsante, que tanto cansa, ¿hasta cuándo tendrán fuerzas para sostener vidas insostenibles?"

Y callan. Vuelan lentas y torpes a morir sobre las ventanas mientras los demás envidiamos lo efímero y lo eterno, sin ser jamás ninguna de ellas. Ah pobre alma que te compadeces de ti misma, no sospechas siquiera que siempre deja de llover y que la nieve suele formar pequeños arroyos olvidados... No sé ni cómo soportas la vida de espaldas al sol.

viernes, 16 de octubre de 2009

Cuatro


Esto es grave y decepcionante. Para los que le tenían fe al cine peruano y para los que aún creen (creemos) en él, es necesario que empiecen a exigir calidad y denigrar abiertamente películas que merecen las más duras críticas. Espero que en ningún diario capitalino, que siempre tienen a bien sobar los bodrios que se hacen en el país, se atreva siquiera a decir que Cuatro es una película decente.

No, por favor. Es una película fofa e insostenible. Cuatro cortos, uno peor que el otro. Y claro, obra y gracia de un tal Pérez Garland. Que alguien le diga a ese sujeto que carece del todo de talento para el cine, que entre él y Leonidas Zegarra solo hay un aparato de producción que los diferencia. En talento cinematográfico están bien parejitos: cero.

Ya había demostrado su ineptitud con Un día sin sexo. En la que al menos hay un par de secuencias interesantes. Pero vuelve a insistir en este tipo de historias. ¿Qué se cree? ¿González Iñárritu? No le sale pues. La película es aburrídisima y tonta. Sin sentido ni nada.

Por favor, a quien lea este mensaje, no vaya ni recomiende a nadie que vea esa película. Que no merece el gasto. Y si pensabas tener una cita e ir al cine y ver esa pela, te pelas.

jueves, 15 de octubre de 2009

Una mala forma de decir adiós

Cuando decidió largarse del país quedó en avisarle a todos los amigos para reunirnos, y no lo hizo. A mí, supongo, me tenía mayor estima que a los demás, y esperaba al menos que pudiéramos vernos. Por suerte, una tía suya me vio de casualidad en un supermercado y me dijo que Antonio estaba en el país y que pronto volvería a Rusia.
Por eso lo llamé. Con algo de culpa. Por no haber contestado todas sus cartas cuando tuve la oportunidad, un año antes. El teléfono sonaba... nadie contestó.
Por la tarde lo volví a intentar y el resultado fue el mismo. Hasta la mañana del día siguiente
-¡Hola, Antonio! soy Christian, ¡qué gusto hablarte!
-Ah, hola...
-Tu tía Marisabel me dijo que estabas en el país. ¿Te vas a quedar todo el tiempo en Paramonga?
-Ah, no... mañana me voy para Lima
-¡Bacán! Entonces podemos vernos pues, para conversar, como en los viejos tiempos.
-No, la verdad... desearía no ver a nadie...
-A... ¿nadie? Pero... bueno... no sé nada de ti desde hace buen tiempo.
-No puedo, Christian, mañana mismo estoy partiendo hacia París, de regreso a Moscú.
-Ya... Entonces, no hay posibilidad.
-No, discúlpame.

Entendí. Era el tiempo y la decepción. Pero ¿cómo justificarme tan solo porque estaba preso de tantas cosas que gobernaban mi vida por ese entonces? Ahora esas cosas las aborrezco, sobre todo por el saldo que sufro hasta el día de hoy: la larga lista de amigos que he perdido.
Eso ¿quién me lo podrá devolver?

martes, 13 de octubre de 2009

Epílogo soleado

Deportado de mi propia vida, dedico este último día de proceso editorial en el trabajo a rescatar del coma a mi semifiambre blog. Atrapado en estos muros, suelo no dejarle mucho tiempo a la imaginación, y aprovecho el tiempo para empacharme de ideas que se acumulan sin ser escritas: duermo ya mis ocho horas reglamentarias. Aún así, creo que tengo la vida sesgada, o más que eso, quebrada, echada a perder... Pero ¿por qué será? Fuera de quejas, y aunque la primera víctima sea este alicaído blog, mis mejores esfuerzos estarán dirigidos a sobrevivir con el gorro que yo mismo, muy orondo, me endilgué hace ya más de cuatro años: escritor. Además, claro, del que la vida, parece, me están poniendo, de taquito: editor. Vamos a ver qué sale. Supongo que volveré pronto por acá.

viernes, 2 de octubre de 2009

De pasadita...

Nada, simplemente pasaba por aquí, como si recordaran las manos que alguna vez digitaron un blog. Una nostalgia medio pasajera que se va cuando las diagramadoras traen los materiales para ser revisados. Por cierto, me dicen "profe". Apelativo que en otros tiempos me hubiese gustado, pero que ahora solo es un apelativo inmerecido, muy grande, altisonante cuando acomapaña a mi nombre.

Solo soy un editor, digo, como si eso fuera poco, y continúo con una labor silenciosa, que hago a toda bulla cada vez que pongo Placebo o Killers en la PC. Y se quejan, de mi música, que no es Yaipén's Broders ni Tony Rosado ni Toñito Cartagena. Es una música, supongo, alienizante. Me río, porque no tengo más opciones para evitar el dolor de cabeza.

Claro, ahora la cabeza se va despejando un poco y recuerda un poco: el monito en su canoa en forma de plátano, las últimas notas vilipendiadas por mis amigos, mi confesión disfrazada de un platónico imposible; todas las cosas que áun no leo, no veo, no escribo.

Sí, ya veo, más de tres años en el blog y no dije "pío" en abril, cuando se cumplieron los tres, que pronto serán cuatro. ¿Volveré a dejar que el blog, Chubaquita y todos mi demás proyectos naufraguen inexorablemente en esta vida que se me va grano a grano directamente a la tercera década?

Quiero que esto sea muestra de que no, y de que tengo vida, manos, teclas, tinta, papel, bytes para rato.

viernes, 7 de agosto de 2009

La primera nostalgia del día

Siempre es un placer escuchar a Gustav Mahler; no siempre lo es escuchar a Stravinski, pero se hace el intento y voy tras el pájaro de fuego y el pájaro de fuego no me quema tanto, puedo dar pasos luego, sentirme que hay oxígeno entrando en mi sangre, vida renovada en cada latido. Beethoven, Bach, Mozart, Chopin y Verdi (aunque no precisamente en ese orden) suelen ser compañeros tranquilos al lado del piano hirientemente romántico de Rachmáninov.

Me deja atónito. Su concierto n.º 3 para piano es una obra maestra, no me deja vivir tranquilo mientras escucho el primer movimiento; parece darme un respiro el segundo movimiento; mas el Finale cae sobre mí destructivo, casi es una ola haciendo trizas una barca entre las peñas, un rayo partiendo un árbol en dos. Y la pasión de un atormentado piano lloviendo sobre los oídos torrencialmente. La rapidez y el desenfreno mostrados aquí hace de este concierto uno de más difícil ejecución.

Este agosto (para mí, agosto empieza hoy) inicia gris y hediondo. Con la música de Rachmáninov, solo empieza gris... mucho más gris y tenebroso... Me encanta.

Aquí un fragmento del Finale a cargo de la gran Martha Argerich.

miércoles, 15 de julio de 2009

Razones para no recordar la noche del Viernes Santo


1. En la noche del Viernes Santo, parece que hasta el capitalismo se retira a reflexionar. Digo que solo parece: el capitalismo nunca reflexiona. En fin. Plaza San Miguel, casi vacía; yo, en una banca, quizás despeinado; los de la banca de al lado pensaban que les ofrecería Olé-Olé tres por cincuenta. Escuchando música en mi mp4 recientemente robado, esperando.
2. Llegó y estaba bella, como siempre, y un título naranja resbalando entre sus dedos: Manual de edición. Guía para autores, editores… Yo tenía libros mucho más actuales que ese, pero ninguno con tanto valor como “el que escogió pensando en mí de una biblioteca”. De pronto, en menos de un minuto, ya estaba tartamudeando, cosa que no se notó, porque me callé y escuché su historia de cómo consiguió el libro que me obsequiaba; el pulso traicionero frenado por mi beatífico escrúpulo de no abrazarla.
3. Nunca antes había querido tanto a la rana René saltando en una mesa bailando al ritmo de Luis Miguel. Y su risa, blindada, cegándome, enmudeciéndome (¿más?) y obligándome a recordar que los pies deben ir sobre tierra. Sobre tierra, Christian…

jueves, 9 de julio de 2009

Excursos


Hoy en el trabajo nos entregaron mascarillas. La alarma por la gripe AH1N1 ha crecido e incluso algunos centros educativos han suspendido sus clases por miedo a que la pandemia los coja y se los lleve hacia la otra.

* * * * *

Hace poco vi Les quatre cents coups de François Truffaut y la he declarado una de mis películas favoritas. Y a Truffaut, claro está, uno de mis directores preferidos. Todo responde a un plan de aprendizaje, me repito siempre.

* * * * *



S. pasó conmigo casi cuatro días seguidos. Su sola presencia aleja todos los malos espíritus.

* * * * *

La semana pasada me asaltaron dos veces. A la segunda perdí mi mp4 de 4 gigabytes. Mi motorróquer se salvó solo porque Dios es grande.

* * * * *

No quiero volver a ver La era del hielo nunca más en mi vida, ni siquiera haciendo zapping.

miércoles, 17 de junio de 2009

Vicisitudes de Chubaquita y del dicente viviendo bajo el mismo techo (III): Año Uno

El departamento estaba a oscuras, porque había sombras jugando en la pared de la cocina, que quizás eran dos cucarachas épicas en alguna representación amateur de la Iliada. O quizás no. El rumor de las nubes era cada vez más fuerte, pero Ella seguía durmiendo a mi lado; yo no podía pegar un ojo; había dejado de hacer el amor, pero el atisbo de una desgracia hizo que perdiera de pronto las ganas de dormir. El cielo empezó a rugir, la lluvía caía implacable en la noche helada. Ella roncaba, roncaba y babeaba. Yo prendí un cigarillo. Las noches así siempre son presagio de algo malo.

-Mi amor, ¿qué haces despierto?
-No tengo sueño.
-Pero son casi las cuatro de la mañana.
-Siento que algo está a punto de pasar. Lo presiento.

Recordé algunas de las cosas que había visto en la tele en los últimos días: muertos en México, conflictos con los zapatistas, guerra en Chechenia, piratas somalíes en el Cuerno de África, el robo de archivos sobre Chernóbil del Krémlin, la Página 11 y el asesinato de Tongo en manos de sicarios turcos. A simple vista no había puntos en común con todo esto, pero la Interpol, en todos estos casos, salvo el de Tongo, que no le importaba ni a la Pituca ni a la Telefónica, daban a un solo nombre: Chubaquita. La imagen del pobre maestro en alguna celda en Guantánamo no me dejaba en paz.

La puerta sonó tres veces. Tres sordos golpes que eran como tres llamadas a la desgracia. Ella se incorporó en la cama.

-¡Qué miedo! ¡No abras! -el cielo se hizo de día con un potente rayo.
-Tranquila no lo pensaba hacer.
-Pero ¿quién será?
-¿No quieres ir a ver tú?
-Oye, Ignacio, no seas fresco, yo soy la invitada.
-Tienes razón. No pagas toda la luz que te gastas con tu secadora de pelo.
-¡Tarado!
-¿Vas a ir a ver?
-¿Y si me pasa algo?
-Ufff... ¿es una promesa?

Un rugido hizo temblar la casa y la noche volviose otra vez día. Del susto los dos nos metimos bajo las sábanas. Y encontré el mp4 que había perdido dos semanas antes.

-Ignacio, no seas maricón y anda a ver quién toca la puerta.

Un lamento nos llegaba, desgarrador, era una confusión de alemán y jerga chalaca:

-Schnell!! Ich will scheißen (Rápido, quiero hacer el canal 2)

-Schnell, causita, weil die Fischotter, die "Nutrien", se me escapa. (Rápido, causita, que se sale Alan (o sea, una bien gorda)).

La voz felpuda era inconfundible. Cuando corrí a abrir la puerta, la sangre se me heló. Hasta el día de hoy no encuentro palabras para decribir lo que vi en el piso, no podía reconocer al maestro Chubaquita en esa sanguinolenta ensalada de tripas de felpa y garrapatas. En una de sus patas ya no traía su banana, solo un mensaje con una sola mancha: la mancha negra.

-Hilf mich bitte, ya pe'.

Perdió el conocimiento. Me conmovió ese cuadro patético, y lo metí en el baño para lavar sus heridas. Ella, a pesar de odiar al maestro, me ayudó a asistirlo. Pero necesitaba más ayuda, y desperté a Patricio el Sabio, mi viejo perro beagle, que tenía un PhD en Medicina de Guerra. Él, con un gesto adusto, en su experimentado rostro, cogió su reloj de leontina, y le tomó el pulso.

-Es tarde -dijo- este mono va a morir.

lunes, 15 de junio de 2009

Reo Libre Unplugged VII recomienda...

Quizás algo atrasado, pero este grupo tiene esta buena canción

Grupo: Cajun Dance Party

Canción:Amylase



Lyrics:

Lets not forget, lets not forget what happened in the past,
You were right, you were wrong, yeah but everything was fast,
So when we build this ship remember to make it last,
Increase the time it takes to paint and build the mast,

Lets save this game for never,
Or you know this could be chess forever,
I’ll take your piece,
Then you’ll take mine,
Stalemate and we’ve just wasted time,

Yeah the past’s the route of the growing that happens now,
So lets remember not to turn on straight to a row,
We can see through the haze of misty glaze,
So now lets travel positively forward through the maze,

Lets save this game for never,
Or you know this could be chess forever,
I’ll take your piece,
Then you’ll take mine,
Stalemate and we’ve just wasted time,

We’ll swim through the fields of hay,

You’re the catalyst that makes things faster,
Amylase will dry up the plaster.

Lecciones de inglés

Divertidas clases en inglés



domingo, 14 de junio de 2009

Chubaquita en el directorio

Aquel día, mientras yo me partía el lomo trabajando, Chubaquita fue a El Directorio, y de ahí no sé qué otras correrías tuvo antes de llegar con un montón de gente más a mi cama.

Chubaquita en El Directorio

viernes, 12 de junio de 2009

Vicisitudes de Chubaquita y el dicente viviendo bajo el mismo techo (II)

La señora de la administración me gritó una vez más. Con una vieja así, que bordea ya los tres milenios (y que fue amante de Matusalén, y según las malas lenguas también de Nabucodonosor II), es mejor no discutir. La escucho mientras se me va licuando el cerebro a causa de su aliento a tumba y los vahos tóxicos que su sistema digestivo me obsequia. Casi sin poder mantenerme de pie alcanzo a decir "Lo que usted diga, señora". Y me voy caminando en zigzag hasta la puerta del departamento.

Son las once de la noche. Solo quiero llegar a mi cama y hundir la frente en la almohada y pedirle a los relojes que hagan esta noche perpetua, para dormir el sueño de los justos. Un alarido bestial interrumpió mis cavilaciones como un alud que trae consigo, es decir, mi rápida imaginación en verdad lo hace, la imagen de un mono colgado del techo de la habitación saltando sobre toda cinco féminas ansiosas de abrazarlo. El alarido bestial es de Chubaquita, y dice un par de frases en griego antiguo, algo que aprendió en su estadía en Esparta, cuando era el tutor de Leónidas, y algo más que creí que era la Eneida, esto, claro está, ya en latín culto. Posteriormente dime cuenta de mi error: el texto era de Catulo.

Pedicabo ego vos et irrumabo
Y ellas, asentían, mientras ejecutaban lo que él les había pedido. Aquella imagen que irrumpió en mi mente estuvo siquiera cerca de lo que vi al entrar, no al cuarto de Chubaquita, sino al mío: eran once contra once, y Chubaquita era el árbitro. Un maldito bacanal sobre mi cama. Grité, maldije, espeté... pero mis lamentos se perdían en medio del brutal jadeo. Chubaquita ni se dignó a verme. Sostenía una botella de ron entre sus manos mientras cantaba viejas canciones piratas del s. XVII, esas que también enseñó a los piratas somalíes que secuestraron un buque de la OTAN. ¿Y ahora dónde carajo duermo?, me preguntó desesperado. Porque a la cama de Chubaquita no entraría jamás (se cuenta toda una leyenda sobre lo que les pasa a quienes osan meterse entre esas sábanas sin autorización). El cansancio se empeñana en nublarme la vista y bajarme los párpados, que se había vuelto muy sensibles a la luz, mas la bulla y el constante temblor que hacía temblar el piso del departamento me impedían dormir. Creí que no tendría esperanzas. Que la noche estaba perdida.

Hasta que escuché lo impensable: Chubaquita había descubierto el primer borrador de mi novela Un poema para Natalia, y lo leía en voz alta, todas esas cosas que aún no estaban listas para ser leídas, eran declamadas cómicamente por el maldito mono.

15 de marzo de 1986

No he podido dejar de pensar en Natalia, y ya casi es la medianoche. Este cumpleaños pasará a la historia como el peor de todos, en esta corta y patética vida que cuenta 19 calendarios.

Ahora, el que se había engorilado era yo. Abrí la puerta del cuarto de un patadón y empecé a botar a golpe limpio (y un par de botellazos) a todo humano, animal, peluche, bolas chinas, erizo de mar y sierras eléctricas que encontraba en mi camino. Fuera, les dije, vayan a ser sus cochinadas a otra parte. Y todos, espantados, se iban semidesnudos la mayoría, otros casi sin ropas, pasarían delante de la puerta de la adminstradora al bajar, y quizás encontraría ya la puerta con seguro. No me importaba. Yo negaría que estuvieron aquí y dejaría que arreglaran sus problemas solos. Entre los que se estaban escabullendo a la salida, había un mono con actitud sospechosa...

-Ah, no, basura, tú no te vas.

Chubaquita alzó sus peludas cejas (o el peludo arco ciliar, donde teóricamente deberían estar un par de cejas) y me miró con rostro de súplica. Pero no le hice caso. Lo cogí del pescuezo y lo llevé donde el perro, para que él hiciera lo que quisiera con él.

miércoles, 10 de junio de 2009

Vicisitudes de Chubaquita y del dicente viviendo bajo el mismo techo

Maldito sea el día (y no está dicho esto con la púber intención de exaltar algo como “súper”: «¡Qué maldita es esta consola de Nintendo!») en el que, luchando contra las fuerzas de la naturaleza, supero la pereza de levantarme de la cama, me desnudo para ir al baño, dejando todas mis zonas erróneas a la intemperie, y en encuentro a un mono en la ducha, con la banana en la mano, usando la esponja de mi novia para rascarse la espalda, llena de pelos, mientras una semidiosa olímpica y una ninfa ninfómana, procuran acicalar sus partes pudendas.

Yo, parado frente a ellos, cubriendo dignamente mi último rincón de decencia, quedé estupefacto. Eran las siete y media de la mañana, había trabajado hasta casi las tres y tenía que estar de pie a tiempo para ir a una reunión de coordinación de un proyecto. Desde mi casa a la editorial son más de veinte minutos de camino, sin contar el tiempo que tengo que esperar a que cambie de luz el semáforo de Paseo Colón, o peor aún, a que el policía de tránsito haga caso de los circunstanciales peatones.

–Chubaquita…

La semidiosa le decía algo al oído de felpa mientras sonreía con malicia. El mono soltó una risotada y la sometió sin reparos. Acto seguido, prendió un puro mientras, ya los tres derramados en la tina, empezaban a hacer burbujas de jabón líquido aromatizado. Chubaquita miraba penetrantemente a la ninfa, sostenía unas bolas chinas en sus manos.

–Chubaquita, tengo que ir a trabajar…

El mono no solo me ignoraba, sino que se sumergía entre las burbujas de la piscina y jugaba a la gallinita ciega con las dos beldades, que gozaban con sus ocurrencias y con su engolada retórica.

Claro que no pude sacarlos de la ducha a tiempo, y tuve que llegar más de media hora tarde a la reunión, con la que me tuve que disculpar por la injustificada tardanza (la que no se puede explicar con el infantil recurso de echarle la culpa al mono). La presencia de Chubaquita en mi casa no había caído muy bien como habíamos pensado. Pero teníamos que esconderlo antes que el Mossad lo encontrara. Sabía muy bien que me jugaba el pellejo haciéndolo, aun más con el puto mono que no colaboraba para nada siendo discreto (le dijimos muchas veces que pasara desapercibido, pero ya todo el edificio sabía que dos mujeres y retozaban alegres en una misma ducha: mi ducha, y no era yo el que las acompañaba.

Pero quien sí creyó que yo estaba con ellas era la administradora. La que me esperó en portería con su tan conocida frase de “hay que hablar, Ramírez”. Por un cacho, vieja maldita, que yo no soy el que hace reír a dos mujeres en una tina de baño, no me ducho con ellas, ni les jabono la espalda… es un maldito mono que lo hace y es quien no me deja acercarme a ellas.

Si lo digo eso, se reirá de mí, y de lástima.

Tengo que hablar seriamente con Chubaquita.

miércoles, 3 de junio de 2009

Los parisinos

Dijo que sería necesario que ella pensara bien las cosas antes de aceptar. El cigarillo que sostenía en los labios había estado tanto tiempo guardado en el bolsillo de mi saco que casi había perdido su forma.

lunes, 25 de mayo de 2009

Reo Libre en El Hablador

La revista electrónica de literatura El Hablador ha publicado un cuento mío. El corazón de Estela, se llama. Dense una vueltecita por ahí

El link

http://www.elhablador.com/cuento16_2.html

chau

jueves, 14 de mayo de 2009

Ladytroneádome

Más redonda que Monique Pardo, avanzaba por la avenida Colonial con los audífonos amordazando sus orejitas de chancho, y unos patines que probablemente gritarían si hablaran. Y a decir verdad, yo también estaba con audífonos (no con patines) sentado en el nefasto paradero de la avenida, esperando la combi a ningún lugar, pero solo (solo como vine al mundo). No quería ver a nadie, solo quería fumar tranquilo sin enterarme del porcentaje de cadmio, radón, benceno, arsénico que un cigarrillo común contiene. Eso se consigue bajo la atmósfera alucinada de unos buenos headphones que te aíslen de la sonora Lima. Los choros, los ambulantes, los jaladores, las combis, los putos y demás quedan detrás. Adentro solo existe Ladytron.

Redondita sigue yendo en patines. Come un helado de tres bolas usando solo una mano y la lengua, esponjosa, porosa, húmeda y macroglósica. Tres lamida, una bola menos. Se siente libre de prejuicios, va al ritmo de la canción. A su paso, solo deja destrucción y caos. La gente corre. Le tiene más miedo que a las combis. Alguien del otro lado de la calle le lanza piedras. Redondita no se altera, empieza a cantar, y un resto de entre sus dientes va a clavarse directamente en la yugular del policía que controlaba el tránsito. Cae fulminado de inmediato. Los curiosos dicen que lo que salió despedido hacia el cuello del guardian del orden fue un resto de una de las vigas de una cebichería de Huanchaco (Trujillo). Los que estuvieron cerca a redondita y percibieron el fétido olor que sus fauces exhalaban cayeron muertos también de forma instantánea.

Redondita se acerca a Metro. Los chilenos se aprestan a defender a su clientela y a su inversión. Descargan en el cuerpo de Redonidta las balas de cinco Uzis. Pobre Redondita. Ya nadie la extrañará.

jueves, 7 de mayo de 2009

Incomodidad general por la explanada



No hay nada que hacer. Pese a las disculpas de Menacho, la gente está bastante enfadada, y con razón, por la elección de la Explanada como escenario de este fantástico concierto. No hay unanimidad sobre lo que hay que hacer: una lista de firmas para que cambien el local, un sabotaje a la venta de entradas, para obligar a los organizadores, o un sold out maldito (que parece será lo que pasará), en donde se darán cuenta de que ese escenario es malísimo (M-A-L-Í-S-I-M-O) para albergar a la principal banda de synth-pop de todos los tiempos.

Aún falta una semana para la venta, bueno, cuatro días, y cinco meses para el concierto. ¡Que se cambie de sede!

¡Ahí no!



Nota en ConciertosPerú.com.pe:

Depeche Mode, la leyenda del synth pop, se estará presentado en nuestra capital el martes 13 de octubre. El local para el concierto será la explanada del Estadio Monumental En cuanto a las entradas, saldrán a la venta el lunes 11 de mayo en los módulos de Tu Entrada.

Alberto Menacho, de Art-Es Eventos, será el encargado de organizar dicho espectáculo y esta vez nos contó que espera un mínimo de 25 mil personas que asistirán al concierto. Aunque seguramente muchos estén renegando de la elección de este local, los sectores serán distribuidos en tres zonas stand up (Faith & Devotion, Violator y Music for de Masses), estas serán bordeadas por dos tribunas laterales y una última tribuna ubicada en la parte trasera del local.

Esta oportunidad estuvimos conversando con Alberto sobre la escena roquera en nuestro país y el boom de conciertos que nos tiene a un ritmo que nadie esperaba. Además, nos cuenta de los problemas que está pasando nuestro país en la organización de concierto, como el tema de los locales. Así, entre estos y otros temas más, sigue la conversación con uno de los más grandes organizadores de conciertos en nuestro país.

En cuanto a las entradas, saldrán a la venta el 11 de mayo en Tu Entrada y los precios son los siguientes, sin incluir el 15% de descuento de Interbank:

  • Faith & Devotion: S/. 510.00
  • Violator: S/. 250.00
  • Music of the Masses: S/. 95.00
  • Tribuna Exiter A: S/. 390.00
  • Tribuna Exiter B: S/. 370.00
  • Tribuna Exiter C: S/. 330.00
  • Tribuna Exiter D: S/. 310.00
  • Tribuna Ultra A: S/. 390.00
  • Tribuna Ultra B: S/. 370.00
  • Tribuna Ultra C: S/. 330.00
  • Tribuna Ultra D: S/. 310.00
  • Tribuna Apdayc: S/. 50.00

Esta mañana, los medios informan que el concierto de Depeche Mode será en la explanada del Estadio Monumental. Esto me trae a la memoria dos cosas: El terrible aislamiento del estadio, en cuanto salí de un concierto un poco más allá de la medianoche, tuve que caminar muchísimo hasta encontrar al menos un taxi que quisiera llevarnos. Si mal no recuerdo, llegué casi hasta el cruce de La Molina y Javier Prado. Y dos, lo horrible que es escuchar a un grupo, en ese caso, Collective Soul, en un pampón donde, a lo mucho, entrarán 25 mil personas.

Para empezar, ¿Oasis no reunión a más de 40 mil personas? ¿Y qué me dicen de R.E.M. y Travis? ¿Alguien con conocimiento sobre la banda puede creer que Depeche Mode no superará lo hecho por Oasis? Pues piénsenlo bien. Menacho, por el amor de Dios, Depeche Mode no tocará como se debe en esa maldita explanada, no, no es lo que merece. Y tampoco nos merecemos verlos así, en un lugar que hasta parece improvisado para algo así.

¿Seguirá cerrado el Nacional hasta octubre? ¿No se podría habilitar el San Marcos para este magno evento? Hay que hacerle honor a lo que los chilenos ahora dicen de nosotros, "capital musical del Pacífico". Ellos también han perdido su Nacional, está cerrado, y se han quedado sin otro local así de grande. Qué pena que nuestro Nacional también lo esté. Pero hay otros escenarios que podrían suplir la ausencia de este precioso escenario, y San Marcos me parece una mejor opción al magro escenario de la explanada del Monumental.

Entrevista hecha a Menacho en la página ConciertosPerú.com.pe


miércoles, 6 de mayo de 2009

Los parisinos. Los inicios

Cristina baja del bus, y se queda mirando, entornando los ojos, achicando el campo visual, casi un punto fijo. Detrás de ella, su instituto de inglés al que volverá el lunes, temprano, delante, un centro comercial, discotecas, tiendas, bares, juegos mecánicos y, en medio de esa maraña de humos y ruidos, su amiga, buscando a un músico que no encuentra.

La última vez que la amiga vio al músico fue antes de que tirara la puerta de su departamento en París, horas antes de volver a Lima. no le había importado tanto su ausencia hasta que, de un momento a otro, empezó a enfermar del estómago. Pese a los fuertes cólicos no le importó seguir yendo a trabajar. El restaurant de Jean-Jacques -"Rousseau", le había puesto, ¿curioso, no?- iría bien sin ella, en verdad Christine, no deberías preocuparte tanto. Jean-Jacques, necesito estar aquí, en verdad. Pero habría que curarte esos cólicos, cheri, eso no está nada bien. Las noches de fin de semana (Cristina no recoradaba desde cuándo no había estado ahí una noche) eran siempre muy agitadas, muchas parejas aún quedeban en las mesas, y la casa se hizo cómplices de ellos con una música un poco más sugerente. Jean-Jacques bailaba solo cerca a la puerta de la cocina; el jefe de los mozos lo miraba y exhalaba con desilusión. Aquel lo ignoró y tomó del brazo a Cristina, que dejó a medio hacer un postre, glaseado arruinado y a hacer de nuevo todo. Pero con JJ era imposible enojarse, mucho menos cuando bailaba de esa forma tan sensual. Lástima que fuera gay, porque sino la noche no sería tan monótona después de todo. Había olvidado dónde escuchó por primera vez esa leyenda. El restaurant se quedó vacío. Solo quedaban Cristina y Jean-Jacques. él tarareaba a Ella Fitzgerald. Cristina mientras se le acercaba con dos copas de espumante, empezó a bailar con él. Confirmaría sus sospechas. JJ no era gay.

martes, 5 de mayo de 2009

Ella Noche


Comprobé que no quería siquiera meterme a una cama con ella para calentar los pies por el invierno. Comprobé que era una más en una larga lista de inexistentes encuentros que no fueron más que una tibia intención de calentar las sábanas. Así que la dejé ir, que caminara libre por una calle, que hablara del tema si le apetecía y que no guardara renconres innecesarios. El mío, aún lo necesito, porque el café todavía no se acaba.

-¡Mugre! -dice ella- ¡Mugre! ¡Mugre!

La miro extrañado, examinando sus palabras, tratando de adivinar algún residuo de odio, alguna de esas lanzas irónicas tiene más veneno del que pretendens, lo sé, hay algo en todo lo que dice que no me agrada en absoluto. Algo que huele, precisamente, a mugre, a moho, a algo que ya no recuerdo muy bien. Porque más allá de ese sublime recuerdo de sus pechos como un campanario, y yo tañendo melancólico, no puedo recordar más, pero ella sigue repitiendo "Mugre" con una sonrisa tan falsa como brochure de supermercado.

Sé que esta es la última vez que la veré, que nunca más me darán ganas de ver, llevarla a una cama, meterla a la fuerza en una habitación para que luche por su supervivencia, para ver como esquiva cada una de las estocadas, quiero verla así, aún agresiva y ágil, no como ahora, de traje sastre, yendo a clases en la universidad, avejentada, como profesora de primaria, oyendo un estúpido merengue por el mp4.

En casa y solo estaré mejor.

lunes, 4 de mayo de 2009

Si me sueltas entre tanto viento...

Segunda taza de café. Sospechas confirmadas. Necesito una intravenosa para dosificarme la cafeína, para que no se adueñe de mí, al menos no tan rápido. Punto de inflexión. Herido de muerte y aplaudiendo. Aislado. Adiós a las casas (de la familia). Pronto mi corazón dará un bote envuelto en su propia membrana, se sentirá prisionero y querrá salir por la boca. Lo comprendo, yo querría hacer los mismo.

El domingo fue su cumpleaños, pero ya no importa. Quien yo creía mi amigo me traiciona y no importa. Vuelo sin paracaídas, a la deriva, conversando con las nubes, suspensiones de agua condensada, dispuesta a reventar con furia. Y no importa. Ni la estrella polar importa. Ni la malta polar. Ni una casaca polar, aunque haga frío.

Un año exacto de vivir solo pero tampoco importa. Ni yo me acordé sino hasta cuando ya era el día dos. Tres años de blog, pero eso a quién le importa. A nadie. Ni a mí. Me estoy muriendo, y me estoy matando. Porque de eso se trata la vida: cómo te vas preparando para la muerte. ¿La vida perfecta? Mar, tinta y página. El pan cae de los árboles. O cae de las carteras muertas, pero cae, como el sol, el nuevo, como la canasta familiar, como las arcadas, pero estas en vez suben, no bajan, suben de lo más bajo, desesperadas quieren llevarse en su estampida al corazón que se ahoga, asqueado, también asqueado.

Ya no escribo. Y eso no está bien. La pregunta era correcta, pero el que preguntó no. En fin, qué pasó con toda esa historia del primer lustro del milenio. No lo sé. Dónde estoy, no lo sé. Por qué duele, no lo sé. Por qué ni la salvación importa, no lo sé. Ya no sé. Sólo me preparo para morir joven (nunca nadie entiende qué quiere decir esta expresión).

adiós, adiós... No hay imagen qué mostrar

Super Piano Bros.

En el cumple de Rafa, el regalo me lo llevé yo. Y lo comparto ahora con quien quiera ver. Como dijo Cabrera, "voy a llorar".