viernes, 4 de diciembre de 2009

El cine, Lima y la felicidad

Hace poco conversaba con alguien sobre la búsqueda de la felicidad. Sobre los momentos en los que uno cree ser feliz. Bueno, Lima es una ciudad gris. Este color siempre ha estado asociado a cosas tristes, lúgubres, mortuorias, y, claro, al horrendo uniforme escolar que usábamos, por obra y gracia de una tal Graña. Lima siempre está gris, y como yo vivo aquí, no acostumbrarme a este color y superarlo, significaría resignarme a no ser feliz. Aquí los limeños tienen que ser felices a pesar del color gris.
Para colmo de males, yo soy una persona particularmente triste o infeliz. Lo escondo, claro, detrás de una mascarada de chistes fáciles en el corazón mismo de mi grupo de amigos. Mucho más si hay extraños cerca. Tengo que hacerme el gracioso para no sentir todo el tiempo que soy un real imbécil.
Pero tengo momentos de felicidad, y últimamente, además de la literatura —la que, por cierto, más que hacerme feliz, me hace alegremente miserable—, hay algo que me da una felicidad que se puede ver en mi rostro de satisfacción: el cine.
He estado de malas económicamente, lo que significó que estuviera alejado de las salas comerciales por un buen tiempo, pero para mi bien, porque la cartelera peruana está francamente mala. La última película que vi en esas salas, en cartelera “normal”, fue El silencio de Lorna [o El matrimonio de Lorna, para los ineptos que se ponen “originales” al momento de traducir los títulos de las películas; mi recomendación para ellos es que junten su platita para que, cuando ya tengan un buen monto, filmen su propia película, a la que le puedan poner el título que más les guste], de los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne. Hace un par de años pasaron, también de ellos, L’enfant. Otra muy buena película que se proyectó casi con sala vacía.
Pero ha sido un gran respiro para mí la llegada de la segunda edición del festival de cine de Europa Oriental Al Este de Lima, organizado por K-china Films. Se proyectaron películas de Polonia, Hungría, Rumania, Austria, Eslovaquia y Rusia. Supongo que se debe a que la Embajada de Polonia era uno de los auspiciadores que hubo tres películas de este país en competencia.
Yo fui más ilusionado por ver la película rumana, porque ya estaba cansado de escuchar por aquí y por allá que el cine rumano es uno de los mejores del mundo en la actualidad. Y a pesar de que La boda del silencio (o Nunta Mută, 2008) fue una muy buena comedia trágica ambientada en la Rumania comunista de la década de 1950, creo que la película polaca Somnolencia (Senność) debe ganar merecidamente el premio de este festival. En general, todas las películas han sido muy buenas. Si tuviera que quedarme con tres, serían, en orden, Somnolencia (2008, de Magdalena Piekorz), Impor/export (2007, Ulrich Seidl, Austria) y Cargo 200 (2008, Aleksey Balabanov, Rusia). Aunque fueron buenas también Cuatro noches con Anna (2008), La boda del silencio y Delta (2008). Y sin hacerla más larga: uno de los pocos momentos de felicidad (además de la literatura) que he podido tener en la gris Lima ha sido el buen cine, Barranco, Miraflores y San Isidro (de este último no me vayan a preguntar por qué). Aunque esta semana que termina ha sido una de las más duras del año para mí, debo decir que el dolor de todo lo que pasó ahora se ha visto mitigado por el placer de haber llenado mis ojos con tan buenas películas. Todas las noches me he ido tranquilo a dormir.
Nueve días, contado la película de los Dardenne (que trataba sobre inmigrantes albaneses en Bélgica), nueve buenas películas que me han dado un poco de color en estos días lluviosos. No vi Amores ciegos (2008), porque no estaba dentro de un horario accesible para mí. Esa fue la única película en competencia que no pude ver.
Salgo de la sala, buenas noches.

8 comentarios:

Doris dijo...

Estúpido

Alex Choquemamani dijo...

No he visto las peliculas que mencionas, pero de que el cine nos saca de esta triste realidad, es del todo cierto. Literatura, Cine, Música, Viajes... hay otras cosas más maravillosas que eso?
Un fuerte abrazo para ti primo.

Reo Libre dijo...

Maestro. Esta semana haré una incursión a Polvos Azules para ver si ya las tienen. Si puedo te consigo unas copias. ¿Ya estás en Perú?. Saludos.

Por otro lado, gracias, "Doris". Lo de "estúpido" me vino bien.

Anónimo dijo...
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Rabanito dijo...

Què posero eres... poner a Rossini.

Reo Libre dijo...

Lucero de Blu... llamándome posero... ¿por la cinta de vídeos de YouTube? ¿Pose? ¿Por dónde? A ver, explícame.

Anónimo dijo...

¿Estás libre Reo, o te han capturado? Ha pasado un mes y no has escrito nada, qué pasó?

Anónimo dijo...

Hola Cristian. Un placer saber de tí. A pesar de no ser muy aficionado al cine, recuerdo con nostalgia que hace ya muchos años frecuentaba la Filmoteca de Lima. Se proyectaban buenas películas. Desconozco si sigue funcionando actualmente. De cualquier modo,celebro que las pequeñas grandes cosas de la vida te hagan feliz. Un fuerte abrazo.
Hamilton