domingo, 17 de marzo de 2019

Ha vuelto, de Timur Vermes


Título original: Er ist wieder da (2012). Timur Vermes nos plantea una desopilante y absurda hipótesis: ¿qué pasaría si, como por arte de magia, Adolf Hitler apareciera en Berlín sesenta y seis años después de la caída de su búnker? Como si hubiese atravesado una puerta dimensional que posibilitase su salto en el tiempo hasta el 2011. El Führer se encontraría con una sociedad alemana distinta, gobernada por una mujer regordeta y matriarcal, pero que en el fondo tiene muchos elementos que ayudan a que Adolf Hitler vuelva a ser una figura popular dispuesta a empezar su política estatal desde cero.

En clave de sátira, el autor nos demuestra que las sociedades actuales están tan enceguecidas como las de hace noventa años. El ascenso de Hitler, ahora confundido con un comediante o un actor del método, se da gracias a que la sobreexposición que tenemos a medios como la televisión o la internet y a que estas plataformas han hecho mucho por democratizar la información, es cierto, pero también a darnos un retorcido sentido de la realidad, en la que mucha gente ya no es capaz de distinguir dónde acaba la sátira y dónde empieza la reminiscencia por el oscuro pasado del Tercer Reich.

Para escribir un libro como este, el autor Timur Vernes (Núremberg, 1967) ha tenido frente a sí el gran reto de encarnar al Führer, pues toda la novela está escrita en primera persona, y es el relato de Hitler desde que aparece en el mismo terreno en el que quedaba su búnker en 1945 hasta que está a punto de volver a ascender a lo más alto de las esferas de influencia política de su país. Tal cual como en los orígenes de su partido.

Pero ¿realmente en Alemania estarían tan susceptibles a caer de nuevo en las fauces de un lobo como este? La clave en esto es el «desencanto político», del cual Hitler va enterándose día a día, a través de las reacciones de la gente a sus falsas humoradas por televisión o sus intervenciones en la redes como YouTube, en la que rápidamente se convierte en uno de los mayores influencers de Europa.

Vermes no le teme a enfrentarse al peliagudo tema de los límites del humor: Cuándo algo deja de ser solo una oportunidad para burlarnos de nosotros mismos y empieza, bajo la mascarada de un monólogo de stand up comedy, a parecerse más a una velada invectiva de odio. Hay que poner atención al hecho de que la situación económica y social de Alemania no es ni de cerca la de la Alemania de la República de Weimar, aquel periodo entre guerras. Ahora, siendo una sociedad pacifista y de vanguardia en la protección del medioambiente, le va mejor, y sin embargo, aún en ese escenario, Vermes nos plantea la posibilidad de que Hitler encuentre el suficiente auditorio para volver a dar eco a sus ideas. Todo muy real, muy posible y muy macabro.

Dato aparte: En 2015 fue estrenado el filme homónimo, que siguiendo más o menos la misma línea nos muestra a un Hitler muy bien asentado en el reino de los reality shows.

viernes, 8 de marzo de 2019

1879: 140 años después



El Perú no ha cambiado. Es decir, sí ha cambiado, pero para mal. Porque si en estos momentos atravesáramos una circunstancia similar a la que tuvimos que vivir hace 140 años veríamos que estarían aún vigentes las inútiles peroratas del Congreso o veríamos con fascinación la lentitud elefantiásica con la que se movería el aparato estatal mientras la guerra avanza y va dejando muertos, mutilados y desterrados por todo lugar.

Sentí impotencia cuando terminé de leer 1879. Alguna impotencia similar a la que siento ahora cuando prendo la televisión. Siento pena, rabia. Al almirante Miguel Grau lo dejaron solo. Combatió no solo contra Chile sino también contra la indiferencia, la torpeza y de plano la corrupción. Y eso nos toca aún combatir, pero por desgracia ya no está Miguel Grau y el Huáscar se exhibe como trofeo en Talcahuano. 

Guillermo Thorndike ha sido quizá nuestro más reconocido escritor de novelas de no ficción que haya producido el siglo XX. Quizá en algunas oportunidades sus filiaciones políticas lo hayan escribir libelos impresentables, creo que en esta ocasión nos deja un libro que no se ve muy afectado por esta filiación, salvo por el detalle (para algunos no menor) de pasar por agua tibia el papel del general Prado en todas las desgracias que nos tocó vivir. Pero ese virus es de muchos ayer y hoy. A las figuras históricas muchas veces se les tiene que pasar por agua tibia para no descubrir que la olla de grillos que somos como país es más horripilante de lo que parece. 

Pese a todo, puedo confiar de que el primer año de este terrible conflicto bélico ha sido tratado con diligencia y meridiana precisión. Thorndike ha recreado incluso circunstancias tan cotidianas como los momentos en los que los oficiales del Huáscar departían en el monitor o los momentos familiares que Grau vivió en su último año de vida. Detrás de esto hay un gran trabajo de investigación que debe destacarse porque ese rigor es un ejemplo para quien en un futuro quiera seguir los pasos de la escritura de no ficción. 

Creo que este libro, y de hecho la tetralogía entera sobre la guerra del salitre que escribiera Thorndike, debería reeditarse, no tanto por su valor estético, que no es tan elevado, sino como «refresco» para quienes piensen, si es que alguna vez se detuvieron a reflexionar sobre el tema, que la guerra con Chile es un hecho pasado y olvidado, una serie inconexa de hechos que acabo y ya está. No. El conflicto en su conjunto delató la esencia más negra y purulenta de nuestra sociedad. Y eso es lo que no se debe olvidar.

Mención aparte, como casi siempre, merece la pobre edición del libro, el cual adolece de muchas erratas que una diligente revisión hubiese resuelto. Este solo detalle afea una edición tan bien ilustrada con las fotos de Courret. Es una pena que la mala revisión opaque el brillo del texto.