jueves, 27 de enero de 2011

Viernes por la madrugada (o un pequeño déjà vu)

Es casi la una de la mañana y no quiero ir a dormir. La calle está vacía, y los borrachines ya no asoman por aquí. Las malas lenguas dicen que tres de ellos han conseguido trabajo. Uno de los restantes recuperó su trabajo de estibador en el primer puerto del Perú. Los otros, qué harán, no sé. Algo que los dejara muertos a esta ahora, ya que ni han hecho un simulacro de aparición. Mi ventana luce tranquila. Sus vidrios ya no tiemblan con las carcajadas que hacían ladrar a los perros de toda la cuadra.

Un olor peregrino de marihuana viene con el viento viciado de las fábricas del otro lado del río. Una carcajada es ahogada por el pito de un guardia de seguridad. Un perro ladra, otro se lame sus partes y parece que ríe.

Tomo una foto que sale horrible con los dos megapíxeles que ofrece el celular, así que la borro y no intentaré tomar otra foto del parque.

Hoy el trabajo estuvo bien. Aunque debí decir ayer, y no hoy.

Ayer me enteré que ameritar es un americanismo que no proviene directamente del latín meritare. ¿Eso le importa a alguien? En fin, todos los días se aprende algo. La palabra merituar es incorrecta. Eviten su uso.

Mis mejores audífonos ya empezaron a fallar. No duraron ni medio año. Me permitiré una lisura por eso: "¡Mierda!".

El sueño, esa delicada carica, parece que esta noche la quiere pasar conmigo. Pero yo soy su compañero promiscuo, escritor abortado de un plan divino, marioneta de bajas pasiones y un corrector de los que siempre hay.

Tengo sed, y el cadáver, ay, siguió muriendo.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Pero porque "morir de sed teniendo tanta agua" XD ... me recordaste esta canción: http://youtu.be/Z2rpknsgvsA

Buen relato de madrugada, sobretodo en la parte donde mencionas al perro que ríe. Perro descarado.

Miranda dijo...

me ha gustado mucho este post. dónde vives?

Reo Libre dijo...

en Zárate... pero no me juzgues. Gracias por leerlo.