domingo, 8 de agosto de 2010

Un día que me asomé al cine a ver... (500) Days of Summer


Un amigo me recomendó hace poco la comedia romántica (500) Days of summer (2009), de Marc Webb. Como sus sugerencias siempre han sido muy acertadas, la vi hace poco. Como el impacto de la película ha sido muy favorable, husmeé luego en IMDB sobre el soundtrack y me topé con que una de las mejores canciones de la banda sonora es del grupo australiano The Temper Trap, «Sweet Disposition», canción que llevó a la fama a este grupo y que está incluido en su álbum debut, Conditions (2009).



Para quienes hayan querido a una chica como Tom quiso a Summer, esta película será un duro recordatorio de aquellos días con esa persona que ya no está.



Como la película nos advierte, esta no es una historia de amor, ahí no se desenvolverá la madeja romántica, ni veremos un final en el que «chico que conoce chica» es feliz con ella para siempre. No. Esta no es una comedia tipo Tom Hanks-Meg Ryan.



Tom Hansen (Joseph Gordon-Levitt) conoce a Summer Finn (Zooey Deschanel) en la oficina donde él trabaja escribiendo tarjetas de felicitaciones y ella es la asistente del jefe. Ella es una chica que no cree en el amor y esas cosas y él, por el contrario, las cree. Por lo que su encuentro con ella -piensa Tom- es producto del destino, puesto que de todas los posibles desenlaces, precisamente él tenía que conocerla de esa forma: la chica perfecta con los mismo gustos freaks («las deprimentes canciones del pop británico», por ejemplo, canciones del grupo Smiths).

La película podría parecer un manual de cómo olvidar a alguien, pero ese tipo de manuales no existe. Simplemente es la narración de los 500 días en los que Tom no quería (o no podía) sacársela de la cabeza, ya que él tenía la certeza de que ella era la mujer de su vida. Y es por esto que él, luego de que ella sorpresivamente lo termina un día, se muele la cabeza a palos tratando de identificar y entender todos aquellos momentos en los que la maravillosa incógnita que tenía con ella empezó a irse al garete. Claro está que no lo consigue; por el contrario, empieza a darse cuenta de que las cosas en su vidas no andan bien, que tiene un trabajo que no le gusta y un futuro que él mismo se ha negado, por falta de fe en sí mismo.



Así que como no puede hacer lo que Henry Miller dijo debía hacerse para olvidar a un mujer, decide hacer algo semejante que al final decide su vida y el paso a la siguiente estación de ella.

Buena comedia, sobria, que no cae en recursos fáciles de gags tontos, en donde el uso del narrador en off nos va señalando los momentos trascendentales. Que nos delata además la crisis de las relaciones en el mundo actual, actitud que personifica Summer, pero que no es más que una falsa convicción que cae cuando descubre alguien con el que puede «etiquetarse» de algo. Buena además la banda sonora, que no solo tiene música de Temper Trap, sino también de Pixies, Regina Spector y Mumm-Ra. ¿Algún día llegará a nuestra cartelera?

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Así que Antonio también te la recomendó? La vi el fin de semana, sirvió de mucho. N.M.