viernes, 2 de octubre de 2009

De pasadita...

Nada, simplemente pasaba por aquí, como si recordaran las manos que alguna vez digitaron un blog. Una nostalgia medio pasajera que se va cuando las diagramadoras traen los materiales para ser revisados. Por cierto, me dicen "profe". Apelativo que en otros tiempos me hubiese gustado, pero que ahora solo es un apelativo inmerecido, muy grande, altisonante cuando acomapaña a mi nombre.

Solo soy un editor, digo, como si eso fuera poco, y continúo con una labor silenciosa, que hago a toda bulla cada vez que pongo Placebo o Killers en la PC. Y se quejan, de mi música, que no es Yaipén's Broders ni Tony Rosado ni Toñito Cartagena. Es una música, supongo, alienizante. Me río, porque no tengo más opciones para evitar el dolor de cabeza.

Claro, ahora la cabeza se va despejando un poco y recuerda un poco: el monito en su canoa en forma de plátano, las últimas notas vilipendiadas por mis amigos, mi confesión disfrazada de un platónico imposible; todas las cosas que áun no leo, no veo, no escribo.

Sí, ya veo, más de tres años en el blog y no dije "pío" en abril, cuando se cumplieron los tres, que pronto serán cuatro. ¿Volveré a dejar que el blog, Chubaquita y todos mi demás proyectos naufraguen inexorablemente en esta vida que se me va grano a grano directamente a la tercera década?

Quiero que esto sea muestra de que no, y de que tengo vida, manos, teclas, tinta, papel, bytes para rato.

No hay comentarios.: