martes, 19 de abril de 2011

Como una ardilla prehistórica

A mí me suelen pasar muchas desgracias con mucha gracia, aunque suene a paradoja o a verso abyecto. Y otras cosas que también son, por decir lo menos, de sitcom gringo.

Hoy necesitaba un café. Lo necesitaba con mucha urgencia. Así que bajé hacia el News Café que queda a una cuadra de mi oficina, pensando que la misma chica de siempre me atendería, pero no, no estaba ella. Una beldad de bronce estaba ante mí, con el cabello en una media cola llena de bucles, los que se agitaron en cámara lenta mientras, muy convenientemente, en la radio empezó a sonar la versión de Biddu Orchestra de «Girl, you’ll be a woman soon».

Y así como la ardilla prehistórica de La era del hielo (aunque a él le hacía el bajo Lou Rawls) tenía su nuez yo tengo como mi gran cruz mi atolondrada tartamudez.

-Hola, bienvenido a News Café, ¿en qué te puedo atender?

-Nnnngh…, nnnnngh.

Si hubiera podido hablar, hubiera pedido un terapeuta de lenguaje. Pero no. balbuceé algo, y dentro de mí rogaba que sea una de esas chicas que se enternece al ver a un hombre tartamudear ante ella. Pero su mirada no decía nada de eso. El café me lo dio con algo menos que condescendencia.

Y mientras una voz sensualona acompañaba sus movimientos al ritmo del disco: «Soon… you’ll need a man». However don’t need  a stutterer one but a real man.

Eso suele pasar, me repito hasta el día de hoy. A algunos no se nos bendijo con poca capacidad de sorpresa. Era la misma chica de siempre en verdad, solo que pareciera que había salido de su oruga. La sorpresa fue más por que casi no la reconozco. Más tarde, al salir, un tipo de moto y chaqueta de Fonzi la esperaba. No me extrañó que eso pasara. En mi mente, los primeros versos de la canción de Neil Diamond: «Girl… you’ll be a woman soon».

No hay comentarios.: