domingo, 18 de julio de 2010

Perú en 1936 y el puto pulpo Paul corrupto, o mejor dicho «corputo», en palabras de Eduardo Galeano


Foto: blog ArkivPeru

En el Perú es muy frecuente (irritantemente frecuente)
citar las hazañas de la selección peruana de la década de 1970. El Perú que ganó un premio a la elegancia en el mundial de México '70, el gol de Téofilo Cubillas a Escocia (sus goles fueron el 999 y el 1001 de los mundiales, más piña) y la eliminación de Uruguay en nuestras manos en 1981, cuando en el glorioso Centenario vencimos a la celeste y clasificamos al mundial de España '82. Pero muy pocas veces se refiere o se trae a la memoria aquel partido jugado contra Austria por la blanquirroja en Berlín 1936. En la selección donde, entre otros, Alejandro «Manguera» Villanueva, Teodoro «Lolo» Fernández, Juan «Mago» Valdivieso y Adelfo «Bólido» Magallanes le ganaron al equipo austriaco por 4 goles contra 2.

De todas las historias futbolísticas, esta debería ser la más legendaria (sin quitarle el mérito a la selección que llegó hasta las semifinales), pero resulta ser la más controversial, por los hechos que acompañaron a la victoria peruana.

En realidad, la versión depende del lado del Atlántico del que se cuenta la historia. Por muchos años aquí se sostuvo que Adolf Hitler no permitiría jamás que la raza aria sea derrotada por un puñado de negros e indios, como seguramente él nos veía, así que, luego de presionar a las autoridades competentes, estas decidieron anular el partido (en el que se dice que incluso a Perú le habían anulado tres goles). Las versiones aquí se disparan para todos lados. Se habla de que hubo hinchas peruanos que saltaron a la cancha a agredir a los jugadores europeos, ¡que eran como mil!, que tenían fierros y armas punzocortantes, que había poco resguardo policial, que hubo un penal atajado por el Mago, que a Perú le anularon tres goles para «ahorrarle disgustos al Führer», y que luego, bajo cualquier tonta excusa (como la de que la cancha no tenía «medidas oficiales»), anularon el partido.

La versión europea incide en el tema de la agresión a los jugadores , la que causó que Perú se aprovechara de esa situación y metiera dos goles, para ganar finalmente 4 a 2, y que por eso se pidió que el partido se repitiera a puerta cerrada. Cosa que indignó al Gobierno peruano, el que mandó volver a toda la delegación olímpica.

En resumen, aquí volvieron como héroes (y en verdad, ya por el hecho de llegar hasta donde llegaron lo eran); en el otro lado del charco, huimos como cobardes.

¿Cuál es la verdad? Eduardo Galeano, escritor uruguayo maneja la versión «peruana» del tema, y así lo cuenta en esta entrevista dada a la televisión de su país.

Mientras que el periodista Luis Carlos Arias Schreiber se inclina por aceptar la versión europea, la que está «debidamente documentada». Documentos oficiales, claro, del Comité Olímpico, de los que se desprende que Hitler no tuvo nada que ver en la decisión final de repetir el partido.

La nota completa de La República aquí:

Controversia | Berlín 36. Un mito derrumbado



¿Cuál de estas dos historias habría que creer? La controversia sigue abierta hasta el día de hoy. El artículo de Arias Schreiber es del 2008 y fue publicado en el libro Ese gol existe, del Fondo Editorial de la PUCP. Galeano vuelve a contar esta historia en el 2010. Aunque el libro en el que la escribió (Espejos, casi una historia universal) es de hace unos años.

Husmeando un poco en la web, encontré muchos blogs que en su oportunidad dieron su opinión al respecto, pues el asunto despertó muchas voces encontradas. Voces que quizá recuperen actualidad con estos recientes comentarios de Galeano en la televisión y además con la nota de El Comercio del día de ayer:

Las venas abiertas de Berlín 36



En fin: un pasaje más del fútbol peruano relativizado, lavado de su gloria o de su validez en las páginas de la historia. Como si no hubiera sido suficiente mérito y no tuviera nada de gesta heroica haber plantado cara en un Berlín de una Alemania que repudiaba todo lo que no era ario. A mí me resulta poco creíble que mil peruanos estuvieran, mismo Misterio y su mancha, en el Berlín ocupado por el régimen nacionalsocialista armados como hooligans y que las SS, bien gracias, chapando y torteándose entre ellos.

Aquí la entrevista completa:

En la primera parte, Galeano habla de la selección uruguaya del mundial del 2010, de la mano de Suárez y del «Loco» Abreu.



En esta segunda parte, habla de la historia de Berlín 1936. Fíjense desde el 1:00 hasta 3:00, dura exactamente dos minutos. Luego habla de este «pólipo» miserable llamado Paul, el puto pulpo ese, y lo califica de «corrupto». Grande, Galeano.



Y en esta tercera parte habla de Obdulio Varela, su reacción luego de su gran hazaña del «Maracanazo».


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