lunes, 16 de marzo de 2009

Ahogo en medio del mar

¿Ya conté que me hablaron de P.? Supongo que sí, no sé, no importa. Pretendo que no me interese. Pretendo que se borre, como todos los restos de ese barco, aunque a veces lleguen a las orillas de la isla tablones mohosos del barco, cadáveres hinchados de horrendos tripulantes de pata de palo y el vientre ambutido de papel timbrado, de expedientes, de citaciones, de burocracia carbónica y grasienta.

Así que es inevitable que revise entre los restos, que salten ratas sobrevivientes que lleguen en sus flotadores de patitos. Lo que sí evitable es el dolor... Y eso sí lo aprendo a evitar.

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