Título original: Er ist wieder da (2012). Timur
Vermes nos plantea una desopilante y absurda hipótesis: ¿qué pasaría si,
como por arte de magia, Adolf Hitler apareciera en Berlín sesenta y seis años
después de la caída de su búnker? Como si hubiese atravesado una puerta
dimensional que posibilitase su salto en el tiempo hasta el 2011. El Führer se encontraría con una sociedad
alemana distinta, gobernada por una mujer regordeta y matriarcal, pero que en
el fondo tiene muchos elementos que ayudan a que Adolf Hitler vuelva a ser una
figura popular dispuesta a empezar su política estatal desde cero.
En
clave de sátira, el autor nos demuestra que las sociedades actuales están tan
enceguecidas como las de hace noventa años. El ascenso de Hitler, ahora confundido
con un comediante o un actor del método, se da gracias a que la sobreexposición
que tenemos a medios como la televisión o la internet y a que estas plataformas
han hecho mucho por democratizar la información, es cierto, pero también a
darnos un retorcido sentido de la realidad, en la que mucha gente ya no es
capaz de distinguir dónde acaba la sátira y dónde empieza la reminiscencia por
el oscuro pasado del Tercer Reich.
Para
escribir un libro como este, el autor Timur Vernes (Núremberg, 1967) ha tenido
frente a sí el gran reto de encarnar al Führer, pues toda la novela está
escrita en primera persona, y es el relato de Hitler desde que aparece en el
mismo terreno en el que quedaba su búnker en 1945 hasta que está a punto de
volver a ascender a lo más alto de las esferas de influencia política de su
país. Tal cual como en los orígenes de su partido.
Pero
¿realmente en Alemania estarían tan susceptibles a caer de nuevo en las fauces
de un lobo como este? La clave en esto es el «desencanto político», del cual
Hitler va enterándose día a día, a través de las reacciones de la gente a sus
falsas humoradas por televisión o sus intervenciones en la redes como YouTube,
en la que rápidamente se convierte en uno de los mayores influencers de Europa.
Vermes
no le teme a enfrentarse al peliagudo tema de los límites del humor: Cuándo
algo deja de ser solo una oportunidad para burlarnos de nosotros mismos y empieza,
bajo la mascarada de un monólogo de stand
up comedy, a parecerse más a una
velada invectiva de odio. Hay que poner atención al hecho de que la situación
económica y social de Alemania no es ni de cerca la de la Alemania de la
República de Weimar, aquel periodo entre guerras. Ahora, siendo una sociedad
pacifista y de vanguardia en la protección del medioambiente, le va mejor, y
sin embargo, aún en ese escenario, Vermes nos plantea la posibilidad de que
Hitler encuentre el suficiente auditorio para volver a dar eco a sus ideas.
Todo muy real, muy posible y muy macabro.
Dato
aparte: En 2015 fue estrenado el filme homónimo, que siguiendo más o menos la
misma línea nos muestra a un Hitler muy bien asentado en el reino de los reality shows.