sábado, 19 de abril de 2008

Si tú no estás

Sé que no te pedí que te quedaras, pero te quedaste. Y si no lo hubieras hecho, no hubiese advertido los carteles de "se alquila habitación" y no hubiese iniciado la búsqueda. ¿Ya te dije lo mucho que te quiero?

Pensaba solo estar contigo sentado en un parque comiendo un pan con jamón de país, y bebiendo un poco de leche chocolatada para conversar, pues a veces tanto hablar de cosas del trabajo me resulta más venenoso que un Raid Max mezclado con Baygón y Punto G para el desayuno.

Sabes que estoy harto, sabes que puedo fundir mi hígado como si estuviera dentro de un reactor nuclear y provocarme un ataque de odio, como una erupción volcánica hedionda y muy rabiosa, pero tú calmas tormentas inimaginables, y haces que me ruborice de actitudes muy aparatosas y mías, muy afectadas o artificiosas, de poses que se convierten luego en rictus que quieren ser sonrisas.

Es ashí cuando me haces recordar que tú eres siempre mi última sonrisa.

No hay comentarios.: