lunes, 14 de abril de 2008

Dos años y estos son los resultados


La llegada a mis oídos de la canción “Ya no sé qué hacer conmigo” del Cuarteto no ha podido ser más precisa, no solo por la letra, con la que me identifico en algunas cosas, sino porque renueva un poco el espectro de sonidos que han venido resonando en mis constipadas orejuelas. Constipadas por la gripe, ¿no he dicho aún que tengo gripe? Producto de la desesperación, del no querer ser, de la anulación automática de toda esperanza. Así he llegado, como obligado a una misa. Perdón, padre.

Tengo espíritu de buhardillero, pero esto no es París, mucho menos una fiesta, es Lima, y es una mierda, ese escupitajo no es al cielo, tampoco al lugar donde trabajo. Es solo retórica, barata, escuálida, callejera, putrefacta. Pero el espíritu lo tengo, y la rabia también, ahí no vemos cuando viva solo, dentro de pocos días, con frío, con hambre y sin internet. Lo otro a la mierda, pero… ¿y sin internet? ¿Por qué? Tranquilidad joven, joven padawan, aún hay solución para eso. Solo hay que esforzarse un poco más que de costumbre. No, no es la muerte, es algo más sublime, quizás. Alguien dentro del público dice disciplina, hay, la palabra causa un poco de comezón, urticaria, urinaria mejor, acabo de recordar que tengo que ir al baño… Toledo, espérame.

Con la conciencia ya tranquila vuelvo a estas líneas, sí, sí me lavé las manos, qué creen, si no, no agarro el teclado, habrasen visto, lisura, a prender fuego a dos velas a incinerar 731 días de Reo Libre, Náugrafo en la web, pero, a manera de autocelebración recordaré que:

En mayo publiqué un cuento que todos pensaron que era
algo que le hice a mi hermana.

En junio publiqué una nota que me gustó mucho vivirla, en la
Rue Azángaro del centro.

En julio recordé que alguna vez la vida fue
color de rosa, pero guardad el secreto.

¿Cómo olvidar que
agosto nos dejó un gran susto, gran dolor para otros en este mes?

Horrible mes el de septiembre,
salud por eso.

En octubre
me tomé un jugo gratis.

En noviembre empecé una relación que me hace
soñar a veces demasiado.

Y por eso en diciembre era el
rey, de la chatarra.

En enero me tomé un tiempo para volver
al origen.

No solo vi a Collective Soul, también vi
pandilleros peleándose, pero eso no era novedad.

Sin mp4, me dediqué a devorar la música que cayera en mis orejuelas, aunque doliera. Fue el mes de marzo el que más notas produjo.

Y en abril
empezó una campaña urgente de búsqueda de casa.

Así llegué al segundo año de blogueadas y mongueadas, entré al ranking de Perúblogs, y ahora fluctúo por el puesto 348, aunque llegué a la increíble cifra de 302, pero fui tan piña que solo duró unas cuantas horas. En fin, a qué se deberá, no sé, la gente entra, lo veo en las cifras, pero no comenta, o sea que entra de champa y salen espantados… no los culpo.

Pero qué importa. Son dos años, y seguirán, aunque ya no tenga internet en casa. Hasta mañana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Provecho, tío. Desde que empezaste, no siempre he leído las entradas de tu "Richtblock" (a ver si encuentras una traducción adecuada para esto), pero las veces que me daba el tiempo y el ocio, casi siempre me quedé con gran gusto y/o susto de leerte más; resultado que considero un índice de calidad. ¡Sigue nomás! Lleva.