domingo, 2 de marzo de 2008

After all

Pero dada mi naturaleza primariosa de conciertero aficionado, más aún a conciertos hechos en el Estadio Monumental de Ate, no caí en cuenta a tiempo de cuatro cosas básicas, a saber:

a) Cuando la Municipalidad niega permisos, ahí no se resuelve nada oficial, lo oficial se ve en la página del organizador, el teléfono está en la página web.

b) A los amigos no se les jode para que llamen a sus conocidos en el municipio en cuestión, eso solo jode a más gente de lo que se debe.

c) Siempre que hay un concierto o actividad en el Monumental, la municipio jode así.

d) Hay que tener paciencia.

En mi travesía hacia San Marcos pensé que sería buena idea llamar a un amigo que tenía conocidos en el municipio, pero no me contestó la llamada. Solo más tarde él me llamó a mí cuando se enteró que yo, le había metido el susto a otro amigo, y este estaba pensando en no ir.

–Cálmate, revisa la página web del organizador, allí está lo que vale, ni más ni menos.

Revisé la página y llamé luego a Kandavu y me dijeron que la municipalidad ya les había concedido los permisos para seguir con el concierto. El color volvió a mi rostro, y en la noche, luego de darle una vuelta entera a la ciudad aterricé en Ate, de cabeza, con una cerveza en la mano y unos amigos que me esperaban.

Del concierto, hablaré en el Claroscuro limeño, aquí les dejo con una de las mejores canciones del grupo tocada esa noche cálida de febrero

¡Grande, Collective Soul!

¡Olé, olé, olé, oléeeeeeeeeee! ¡Colleeeeeeeeeeeeeeeeective Soooooooul!



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